Los jóvenes fascistas europeos hacen en Valencia un "proceso al comunismo"

La cumbre de jóvenes ultraderechistas europeos iniciada el pasado viernes en Valencia bajo la presidencia del líder del Frente Nacional (FN), Blas Piñar, y la presencia de representantes de organizaciones de corte fascista de varios países europeos, se centró ayer en una ponencia titulada Proceso al comunismo. La cumbre fascista, que ha motivado el rechazo de instituciones valencianas, partidos, sindicatos y organizaciones ciudadanas de todo tipo por los postulados racistas, xenófobos y violentos de las organizaciones convocantes, concluye a mediodía de hoy.Manuel Morillo, secretario general de las juventudes de la formación ultraderechista española, hizo una enfática lectura de un puñado de folios, en los que desgranó todos los tópicos que las organizaciones de corte fascista utilizan para denigrar al que consideran como un sistema "fanático de satanás". Durante casi una hora y ante varias decenas de fieles, entre los que los jóvenes no eran precisamente mayoría, Morillo hizo un pormenorizado repaso de todos los males que los ultras achacan al comunismo, en el que afloraron todas las acusaciones contra un sistema ya de antemano "condenado por la historia" y con una "sentencia ya conocida".

"Este es el año de España, aunque no por las Olimpiadas ni por la Expo, sino por el 5000 aniversario de la unidad religiosa, fruto de las medidas implantadas por los Reyes Católicos a instancias del clamor del pueblo" dijo Morillo en los prolegómenos de un discurso lleno de referencias a lo "divino", al catolicismo y a las. más rancias doctrinas religiosas y políticas. Una de las cosas más destacadas que se celebran en España este año es, según Morillo, "el quinto centenario de la creación del Santo Oficio". "Es también el centenario de Francisco Franco, vigía de Occidente", dijo, "gracias al cual podemos reunimos ahora aquí".

Naturalmente, la sentencia dictada al final por el orador era de "culpabilidad para el comunismo". En consecuencia, con ello y ante el "peligro" que, según dijo, tras la caída formal de los regímenes comunistas, supone la pervivencia de las ideas marxistas en la sociedad occidental, Morillo concluyó:, "Debemos evitar por todos los medios, legales o ilegales, que vuelva el comunismo, y eso tenemos que conseguirlo a través de la evangelización y la recuperación de los valores de la patria".