Dos jóvenes, intoxicados por el agua del Ebro

Las dos personas que fueron atendidas el pasado domingo en el hospital Clínico de Zaragoza con síntomas de intoxicación tras haber consumido agua en Osera (Zaragoza), una de las 12 localidades afectadas por la contaminación del río Ebro, fueron dadas de alta ayer. Los dos jóvenes, de 27 años, fueron ingresados en el citado centro hospitalario al sentir, unas cuatro horas después de haber bebido agua, pérdida de voz, fiebres altas y diarrea. Por el momento son los únicos afectados por la contaminación de las aguas, producida presuntamente por la papelera La Montañanesa.Los jóvenes se encontraban en dicha localidad para participar en un festival folclórico y bebieron agua del grifo durante las dos horas al día en que existe suministro, pero sólo para las tareas higiénicas, ya que no es apta para el consumo.

La situación de alerta roja continuaba ayer en los 12 pueblos, donde persiste la prohibición de consumir agua. Los últimos análisis han detectado un alto índice de nitritos, amoníaco y materias orgánicas. Aunque la evolución es favorable, habrá que esperar al menos 48 horas para que el agua del Ebro vuelva a ser potable en esas localidades.

Para aliviar la situación, se ha desembalsado agua procedente de otros embalses y canales para incrementar el volumen del Ebro hasta 70 metros cúbicos por segundo, frente a los 29 metros cúbicos que llevaba antes de producirse la contaminación.

Los más de 12.000 habitantes de las localidades afectadas se abastecen mediante el agua que acarrean camiones cisterna de los bomberos de la Diputación de Zaragoza. Algunos ayuntamientos celebraron ayer plenos para estudiar las medidas a adoptar, y existe la opinión generalizada de presentar, en nombre de los vecinos, una querella criminal contra la papelera La Montañanesa, presunta culpable de los vertidos que originaron la contaminación. En este sentido, Julián Bermejo, alcalde de Pina de Ebro, la localidad más afectada, manifestó ayer: "Subsidiariamente habrá algún responsable, ya que esto no puede quedar en mera anécdota". Sin embargo, directivos de dicha empresa negaron que ésta sea la causante de la contaminación.

Portavoces de la delegación del Gobierno en Aragón y de la Confederación Hidrográfica del Ebro informaron el pasado sábado, que fue la citada papelera la que vertió sus residuos al río Gállego, que desemboca en el Ebro, después de sufrir una avería en su depuradora y sin que diera cuenta de ello a ningún organismo oficial. La empresa realiza su propio informe para determinar si es responsable o no.