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Críticas en Kioto a la CE por no controlar el comercio de especies protegidas

Juan Jesús Aznárez

JUAN JESÚS AZNÁREZ, ENVIADO ESPECIAL, Los más de 100 países firmantes del Tratado sobre Comercio de Especies en Peligro (CITES) aprobaron ayer por unanimidad una resolución en la que se critica a la Comunidad Europea por no controlar suficientemente el comercio ilegal de especies protegidas. Los conservacionistas, por su parte, denunciaron una excesiva atención hacia los elefantes en perjuicio del rinoceronte, especie en vías de extinción a pesar de estar prohibido su comercio desde 1977.

La CE permite la importación de especies de origen ilegal, especialmente animales vivos, como los loros, y pieles de reptiles, como el caimán, que en su mayor parte llegan a Italia. "Algunos países de Latinoamérica están exasperados de ver cómo importantes cantidades de pieles de origen ilegal, entran en el sur de Europa y son blanqueadas en otros países", explicó Jean Patrick Leduc, encargado de la lucha contra el fraude en CITES. La resolución pide a los dos países de la CE que todavía no son miembros de CITES (Grecia e Irlanda) que se adhieran lo más rápidamente posible al tratado y que todos promulguen leyes que garanticen la aplicación del mismo. Leduc precisó que mientras Italia ha promulgado recientemente legislación en este sentido, España todavía no la tiene. [En el anteproyecto de nuevo Código Penal, el artículo 312 contempla el delito de comerciar con especies protegidas, que será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o multa de ocho a 24 meses. Esta redacción es considerada ambigua a insuficiente por los conservacionistas.]Por otra parte, Jorgen Thomsen, director de Traffic, respetada organización que vigila el comercio internacional de animales y plantas, afirmó en una conferencia de prensa que los elefantes no necesitan de más protección, ya que con las medidas adoptadas se ha conseguido una población de 600.000 ejemplares. "Lamentablemente, hemos despertado muy poca atención sobre la situación de los rinocerontes", dijo. Las naciones con estos animales en sus territorios piden más dinero en la lucha contra los cazadores furtivos. Concretamente, el representante de Zimbabue afirmó que su país necesita 100 millones de dólares anuales. Actualmente se dedican 10 millones a esta protección.

La caoba

En los países asiáticos se aprovechan casi todas las partes de los rinocerontes. Desde las uñas hasta la sangre, son vendidas como afrodisiacos o en recetas contra la fiebre o la congestión. Un delegado español afirmaba que "hay mucha leyenda en todo esto. Se ha comprobado científicamente que este animal no tiene casi ninguna de esas propiedades". Quedan en libertad menos de 11.000 rinocerontes, y en Taiwan se pagan hasta cinco millones de pesetas por cada kilo de cuerno de este animal.

Por otra parte, los países centroamericanos consiguieron ayer que EE UU retirase una propuesta para incluir la especie más comercial de caoba americana en una clasificación que controlaría más estrechamente su comercio. Sin embargo, sí se incluyeron en este apéndice II la caoba mahogani, con índices no muy altos en su comercialización pero en peligro, y otras dos maderas, por primera vez en la historia de CITES. Además, ha quedado totalmente prohibido el comercio de madera de palo de rosa brasileño.

La propuesta norteamericana para clasificar también en el apéndice II la especie más comercial de caoba, la macrophylla, provocó una inmediata respuesta de los países afectados, como Brasil -que exporta a EE UU 276.000 metros cúbicos anuales- y Bolivia.

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