El PSOE vasco pide 800.000 millones al Gobierno central para sanear la siderurgia

El secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jaúregui, calificó ayer de "imprescindible y revolucionaria" la reconversión prevista para los sectores de la siderurgia integral y aceros especiales en Euskadi y pidió un compromiso al Gobierno central para que aporte los 800.000 millones necesarios para el saneamiento financiero de las empresas afectadas.A juicio del líder socialista, sólo este saneamiento, unido a nuevas inversiones tecnológicas, puede hacer a estas empresas competitivas. Lo contrario, declaró, "es apostar por la quiebra y desaparación total" de estos sectores.

Ramón Jaúregui reprochó a las diferentes fuerzas sociales y sindicales la orientación conflictiva que estaban dando a la nueva reconversión industrial y advirtió asimismo que "no sería bueno que el conflicto social convirtiese al País Vasco en un territorio hostil a la inversión", advirtió.

En todo caso, los socialistas vascos abogan por un acuerdo entre los Gobiernos central y vasco y los sindicatos para sacar adelante los planes industriales diseñados para las empresas Ensidesa-Altos Hornos de Vizcaya y Sidenor.

Jaúregui apuntó orientativamente el 31 de mayo como límite para consensuar los planes de viabilidad entre todas las partes implicadas.

El líder de los socialistas vascos afirmó también que el plan industrial elaborado por el vicelehendakari y consejero de Industria, Jon Azúa, que será presentado la semana que viene en la cumbre económica de Madrid, es "susceptible de modificaciones". Ramón Jaúregui advirtió también que sería un error sustentar el plan "sobre una tabla reivindicativa frente al Gobierno central".

La reindustrialización

El responsable del PSE-PSOE no olvidó en su exposición la otra pata del binomio de la reconversión: la reindustrializacion. Jaúregui pidió a los sectores financieros -sobre todo a las cajas de ahorros vascas- un mayor compromiso con el proceso reindustrializador de la región y la apuesta financiera por los nuevos proyectos, porque, a su juicio, estas entidades "no han estado nunca a la altura de las circunstancias".Las otras recetas para abonar un proceso reindustrializador están dirigidas a los socialistas: un crecimiento sostenido del 3% del Producto Interior Bruto (PIB), estimulación de la inversión con medidas fiscales, mejora de las infraestructuras y, finalmente, una potenciación del capital humano.