Popper afirma que "el marxismo murió de marxismo"

"La teoría marxista era absolutamente falsa y pretenciosa. El marxismo murió de marxismo". Karl Popper, filósofó británico nacido en Viena en 1902, pronunció ayer en Sevilla un despiadado responso de defunción contra el defenestrado comunismo marxista soviético y calificó la sociedad abierta occidental como la mejor y más justa que ha existido hasta ahora en nuestro planeta". El anciano pensador recomendó a los políticos que acaben "con la ridícula costumbre de pensar que se puede predecir el futuro" y que aprendan a ser modestos.Como en las mejores soap operas americanas, Karl Popper comenzó su intervención con una catástrofe. "Las sociedades abiertas han ganado y el Imperio soviético ha perdido", dijo ante el público del Foro Príncipe de Asturias del Pabellón de España en Sevilla.

Tras expresar su sastisfacción porque esta victoria y esta derrota simultáneas se hayan logrado "sin que se haya disparado un solo tiro hasta ahora", Popper confesó: "Me salvé por poco de caer en la trampa ratonera de la ideología marxista".

El padre del pensamiento liberal de este siglo rememoró los tiempos en que, con 16 años, se presentó en la sede del Partido Comunista y se ofreció como "mensajero voluntario". Sin embargo, la militancia del joven Popper no duró mucho: "Estuve en sus conferencias menos secretas y aprendí muchísimo sobre su forma de pensar. Escapé de la trampa y me lancé a un estudio muy crítico del marxismo", recordó.

Los resultados de este trabajo vieron la luz 16 años después en el el libro La sociedad abierta y sus enemigos, una de las obras emblemáticas de Popper. "Tardé tanto porque no quería alentar al fascismo", se justificó el filósofo en su conferencia.

El veterano pensador, investido doctor honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid en 1991, se burló de las costumbres de algunos políticos-profetas. "Casi todos declararon que la democracia era una fase pasajera de la historia y profetizaron su inminente desaparición. Sin embargo, estas sociedades abiertas han sido capaces de soportar inmensas tensiones, mientras que la casa comunista, herméticamente cerrada, se derrumbó y quedó hecha pedazos".

Frente a la profecía histórica característica del marxismo Popper hizo una sugerencia. "La historia se detiene hoy. El futuro no existe todavía y esa es nuestra gran responsabilidad: podemos mejorarlo", afirmó.

Caído el comunismo, Popper apuesta por nuevos retos: "Intentemos hacer política sin una polarización izquierda-derecha. Estoy seguro de que es posible", dijo el filósofo, y apuntó algunas instrucciones: Refuerzo de la libertad bajo el control de la responsabilidad, paz en el mundo, lucha contra la pobreza y la explosión demográfica y educación en la no violencia".

Sin embargo, una vez facilitado el menú, Popper se mostró escéptico acerca de su éxito en un mundo dominado por las modas -"ya no está de moda hablar de estos problemas debido a la moda de hacer lo que nos parezca"-, pese a lo cual retó a los presentes. "Atrévanse a despreciar las modas y sean un poquito más responsables. Quizá esto sea lo mejor que podemos hacer por la libertad".

Popper llegó cansado a Sevilla. No acudió, como es costumbre entre los participantes del Foro, al recinto de la Exposición Universal. Declinó asimismo participar en el habitual cafetín con periodistas antes de su conferencia. "Vengan a recogerme a las siete y cuarto", dijo a los organizadores. La charla comenzaba a las siete y media de la tarde.