El primer catálogo frustrado

El género de pintura de gabienete, exclusivamente flamenco, hace referencia a la representación de interiores de los grandes palacios archiducales, en los que semostraba las grandes colecciones privadas de pintura y escultura surgidas tras el Renacimiento. La exposición del Prado se compone de 42 obras, ocho de las cuales pertenecen a uno de los grandes representantes del género, David Terniers, y 12 de las obras son de colecciones privadas actuales.Una de las curiosidades de la exposición son las dos ediciones del Theatrum pictorium, de 1660 y 1684. Éstas están consideradas como el primer catálogo ilustrado conocido de la historia de la pintura. Las ediciones fueron dirigidas por Temiers y para su composición el pintor copió con absoluta fidelidad 244 obras de la colección del archiduque Leopoldo Guillermo, entre las que se encontraban varios tizianos, tintorettos, caravaggios. Las copias se realizaron en pequeñas tablas al mismo tamaño que después aparecerían en el catálogo. Estos pastiches se han dispersado por toda Europa y El Prado ha adquirido recientemente uno de ellos, que también se exhibe en la muestra.

Los organizadores han conseguido traer el cuadro. más famoso del género, de Willen van Haecht, perteneciente a la casa -museo de Rubens de Amberes.

Investigaciones

"Esta exposición no es de grandes obras conocidas para la complacencia del gran público", anota Matías Díaz Padrón, uno de los conservadores del Museo del Prado y comisario de la muestra que se inaugura hoy.

Díaz Padrón cuenta cómo el proyecto surgió a raíz de las investigaciones habituales entre los conservadores de El Prado sobre un cuadro de Temiers, pintor de cámara del archiduque español Leopoldo Guillermo, que gobernó Flandes en el siglo XVII

La pintura de gabinete, que aparece en las colecciones de personajes de la época y que se atribuye sólo a pintores flamencos como Teniers, Brueghel, Francken o Rubens, fue motivada por archiduques españoles, según exlica Díaz Padrón.

La colección que ofrece el Museo del Prado es incompleta, según los organizadores, ya que varios museos europeos se han negado a ceder cuadros por problemas de transporte. "Es la respuesta que recibe el Prado, muy generoso a la hora de prestar sus obras" critica el comisario de la muestra.