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Hilo directo con Alá

Si hubiera que creer a la plensa oficial de Bagdad, el conveniente acercamiento de Sadam Husein a lo divino ha cobrado la novedosa forma de una línea directa con Alá. Según Abduljabbar Mujsen, el portavoz del presidente iraquí agobiado otra vez por la presión internacional, su jefe habla con Dios todos los días. Del supuesto diálogo se conoce sólo el aspecto unilateral: Alá le dice a Sadam que no debe dejarse amedrentar por las Naciones Unidas."No puede ofender a Alá para apaciguar a las Naciones Unidas", dijo Mujsen en un artículo publicado ayer en Babel, el diario que dirige nada menos que el hijo del presidente iraquí, Uday Husein. Sadam, que fue a una guerra de ocho años contra la teocracia de Irán -con apoyo occidental y argumentos laicos-, ahora no sólo quiere mostrar repentina obediencia islámica. Su deseo es demostrar que el secreto de su heroica guerra santa descansa en la adversidad. "Si sus enemigos supieran que las crisis no afectan a Sadam... ", suspiró el editorial de Babel. "Para él, una vida sin problemas sería un infierno".

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A juzgar por una noticia publicada ayer en el diario semioficial egipcio Al Ahram, Robert Gates, el jefe de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA), podría ayudar a Sadam a resolverle el dilema teológico.

Una información firmada por Anís Mansur en el influyente diario cáirota da cuenta de que Gates ha intentado reclutar al presidente egipcio, Hosni Mubarak, para una supuesta conspiración para derrocar a Sadam.

Anoche no se sabía exactamente cuál ha sido la respuesta de El Cairo. En el dudoso caso de que Gates hubiera sido más afortunado en Egipto que durante su no muy secreta visita a Arabia Saudí a comienzos de febrero, Mubarak habría ofrecido sólo "un apoyo en principio", pero tratando de evitar que el futuro del hombre con línea directa con Alá no provoque más discordia entre los árabes. Gates regresó a Washington sólo con tibias promesas.

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