En 1991 se destruyeron 60.880 empleos, cuando el Gobierno preveía crear 239.000 puestos

C.P. / C. M. El aumento de la creación de empleo que se venía produciendo ininterrumpidamente desde la mitad de 1985 se ha quebrado durante 1991. A lo largo del pasado año se destruyeron 60.880 puestos de trabajo, cuando el Gobierno preveía crear 239.000. El cuarto trimestre fue especialmente negativo y se perdieron 118.140 empleos. La caída de los trabajadores ocupados -que afecta a la agricultura y la industria- es tanto más preocupante porque se produce junto a un aumento del paro de 141.890 personas, según los datos de la encuesta de población activa (EPA) dados a conocer ayer. El número total de parados asciende a 2.566.200 personas, el 16,97% de la población activa.

Las previsiones del Gobierno sobre creación de empleo no dejan lugar a dudas: las equivocaciones son manifiestas. En el cuadro macroeconómico presentado por el Gobierno junto con los Presupuestos del Estado para 1991 se preveía la creación de 239.000 empleos. La realidad ha arrojado un balance bien distinto. No sólo no se han creado esos 239.000 empleos, sino que se han destruido 60.880.A lo largo del año, el empleo ha caído en picado. La tozudez de las cifras ha hecho modificar las primeras estimaciones, pero ni mucho menos hasta el punto de pretender el acierto. En julio del pasado año, el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, admitió que sólo se crearían 100.000 empleos.

En septiembre del pasado año, Solchaga se reunía con la ejecutiva del PSOE para explicarles los presupuestos de 1992. En aquel momento, mantuvo que era posible cumplir la promesa electoral socialista de creación de 1,2 millones de empleos en la actual legislatura, o lo que es lo mismo, 300.000 empleos por año.

Ya con el ejercicio cerrado, en enero de este año, el titular de Economía volvió a reconsiderar sus estimaciones para 1991. Durante la presentación del balance económico del pasado año, el ministro señaló que se habían creado 54.000 empleos. Por su parte, el titular de la cartera de Trabajo y Seguridad Social, Luis Martínez Noval, dio ayer mismo una muestra de un optimismo infundado apenas una hora antes de conocerse los datos de la EPA. Según explicó en el Parlamento, el pasado año se habían creado 60.000 empleos.

Cuarto trimestre negativo

El cuarto trimestre es el que ha echado por tierra todos los cálculos. A la tímida creación de 20.000 empleos en los nueve primeros meses del año, ha seguido una destrucción de 118.114 puestos de trabajo durante el cuarto trimestre de 1991, niveles desconocidos desde la crisis económica de 1984. En el conjunto del año, el descenso total es de 60.880 empleos.

El Ministerio de Economía tiene en cuenta el "crecimiento medio" del año y sus portavoces afirmaban ayer que "se han creado 30.600 empleos en el conjunto del año pasado". Economía atribuye la caída de la ocupación en el cuarto trimestre "a la desaceleración de la actividad productiva en 1991 ".

Según la EPA, la caída de la ocupación afecta fundamentalmente al sector de la agricultura, donde se pierden 145.890 empleos, y a la industria, que experimenta una reducción de 80.790 puestos de trabajo. En la construcción se produce un aumento de 20.540 ocupados y de 145.250 en los servicios, crecimientos muy inferiores a los de los tres años anteriores.

Junto a ello se registra una desaparición de 188.460 empleos indefinidos, mientras que la contratación temporal aumenta en 160.370. La cifra total de contratos fijos se situó a finales de año en 6,22 millones y la de eventuales en 3,11 millones, con lo que la temporalidad asciende hasta el 33,3%.

141.890 parados más

A lo largo de 1991 el desempleo ha crecido en 141.890 personas. Más de la mitad -86.220- corresponden al aumento del último trimestre. El número total de parados se sitúa en 2.566.200, con lo que la tasa sobre la población activa es del 16,97%.

Por sectores, la subida en el conjunto del año afecta a los servicios (97.120), la construcción (46.280), la industria (34.850) y la agricultura (3.160). Tan sólo entre los trabajadores que buscan el primer empleo se registra un descenso de 26.580 personas.

La población activa a final de año era de 15,12 millones de personas y registró un aumento de 81.000 ciudadanos, que se debe en su totalidad a la subida de la actividad en la población femenina -aumenta en 83.070 personas- mientras que la masculina desciende en 2.070 personas.

La reducción de la ocupación se concentra exclusivamente en los hombres, con un descenso de 92.530 empleos. En cambio entre las mujeres se produce una subida de 31.650 ocupadas. La tasa de paro sigue siendo de todas formas más alta para las trabajadoras (el 24,41%) que para los asalariados (12,83%).

Para los sindicatos, los datos de la EPA son muy preocupantes. La UGT considera que el balance del año 1991 "no puede ser más desolador" y compara los datos con "la peor época de la crisis económica".

En su criterio, nadie es ajeno a la destrucción de empleo y atribuye responsabilidades a "las instancias políticas, las instituciones y los partidos" a quienes pide que se pronuncien sobre la necesidad de frenar el deterioro del empleo. El sindicato cree que 1991 "no es sólo un año perdido, es mucho más grave, es un año de paso atrás".

La dirección de CC OO afirma que la caída del empleo durante el último trimestre de 1991 es "una señal de alarma sobre la grave situación de la economía española y sobre la incapacidad de las políticas aplicadas por el Gobierno para generar un crecimiento sostenido y su alto coste social".

El sindicato también destaca la continuación del proceso de precarización, apoyado en la caída del empleo fijo y el aumento de la eventualidad laboral. Finalmente, la central pide al Gobierno que abandone su "obsesión" por la inflación y que cambie "radicalmente" su política económica.