Ocho ex altos cargos públicos cobran en PSV más de ocho millones al año

El gerente de la cooperativa de PSV, Carlos Sotos, ha contratado en tres años a ocho altos cargos que trabajaban en la Administración. Su explicación es tajante: "Cuando trabajaban en la Administración pública se peleaban conmigo todos los días por defender sus intereses. Me percataba de que eran honestos. A quienes intentaron mostrarse demasiado complacientes conmigo no los ficharía nunca, porque de la misma manera podrían venderme a mí".

Sotos desmiente de forma tajante la posibilidad de que los ex funcionarios puedan proporcionar a su empresa información privilegiada. "En un mercado tan transparente como el inmobiliario, no nos hace falta eso". Entre los altos cargos de su grupo se encuentran, entre otros, el antiguo director general de la Vivienda, un ex gobernador de Vizcaya y el ex vicepresidente de la Consejería de Política Territorial.Contar con Garro

Todos ganan más de ocho millones de pesetas brutos al año. "Y algunos de ellos", dice Sotos", podían ganar más en la empresa privada, y prefleren trabajar en este proyecto".

El gerente de PSV reconoce que intentó contratar a José Luis Garro, ex tercer teniente de alcalde de Madrid y ex concejal de Urbanismo. "Por razones políticas y personales, no lo pude fichar, pero estaría encantado de tenerlo en este proyecto". También le gustaría disponer en un futuro próximo del actual gerente de Urbanismo, Pedro Areitió.

En la corporación IGS, de la que PSV es filial, hay más de 40 personas que cobran más de 7,5 millones de pesetas anuales. Las cifras que maneja esta cooperativa, tanto en sus nóminas como en sus inversiones, provoca opiniones diversas en el sector.

Para el portavoz de Asprima (Asociación de Promotores Inmobiliarios), José Luis Martín Blanco, la diferencia esencial entre PSV y las promotoras es que estas últimas, "si dicen que venden pisos a nueve millones, lo hacen a ese precio, mientras que PSV o cualquier otra cooperativa anuncia que vende a nueve y después le cobra dos millones más al cliente en conceptos de gastos de gestión y escritura".

Por su parte, el presidente de la cooperativa Vitra, del sindicato CC OO, asegura que sus objetivos son bien distintos a los de la cooperativa socialista PSV. "Preferimos un crecimiento basado en lo que ahora mismo tenemos. No queremos precipitaciones a la hora de construir casas".

"En nuestro grupo", explica Carlos Sotos, "hay poco nivel de afiliación sindical, y entre nuestros altos ejecutivos, alguno habrá seguramente que vote al PP, pero no me importa nada mientras funcione con eficiencia".

El gerente de PSV reconoce disponer de "bastante dinero", pero dice llevar una vida austera. También advierte de sus desvelos por mantener una gestión honesta. "A algún técnico he despedido simplemente por cenar y comer demasiado a menudo con ciertas constructoras", dice.