Los integristas se enfrentan a la junta argelina con el asesinato de 8 policías
Ocho policías asesinados (seis en Argel y dos en Burj Menaiel) y otros tres integristas islámicos fallecidos es el resultado de los atentados y enfrentamientos producidos ayer en Argel¡a cuando apenas se cumplían las primeras 24 horas del estado de excepción. Los graves incidentes son la respuesta del Frente Islámico de Salvación (FIS) a las drásticas medidas de control impuestas por la junta cívico-militar.
Las informaciones sobre estos atentados fueron hechas públicas ayer a última hora de la tarde, momentos antes de que el presidente del directorio, Mohamed Budiaf, dirigiera por radio y televisión un mensaje a la nación en el que justificó las medidas de excepcionalidad asegurando que el FIS se ha negado a todo diálogo y pretende crear una situación de guerra civil en todo el territorio argelino.Seis horas después de que el Alto Consejo de Estado -junta cívico-militar- decretara el estado de excepción en todo el país por un periodo de un año, el ala radical del movimiento integrista Frente Islámico de Salvación perpetraba un atentado contra dos vehículos de policía que patrullaban en una callejuela de la parte baja de la alcazaba de la capital.
En el atentado perdieron la vida seis policías y resultó herido y capturado uno de los asaltantes, mientras el resto del comando lograba huir.
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El FIS compara al poder con la junta de Pinochet
Viene de la primera páginaUno de los policías, el único que pudo salvar la vida, explicó que el atentado se produjo a las 2.30 del lunes, cuando los vehículos que transportaban a las dotaciones se dirigían al corazón de la alcazaba.
Un grupo de individuos apareció de repente disparando sobre ellos con ráfagas de metralleta, y a pesar de que pidieron refuerzos a la central, no pudieron eludir ni enfrentarse a la acción, perfectamente sincronizada. El superviviente aseguró que, por la indumentaria, se trataba de jóvenes islamistas radicales pertenecientes al grupo de los afganos, que han recibido formación paramilitar y tienen experiencia en la lucha de guerrillas (algunos de ellos han luchado en la guerra de Afganistán).
Cuatro horas más tarde, a las seis de la madrugada, en la localidad de Burj Menaiel, a unos 70 kilómetros al sureste de Argel, se producía un segundo atentado en el que perecieron otros dos policías. El asesinato fue perpetrado por dos jóvenes radicales islámicos que acuchillaron a los gendarmes en un intento de poner en libertad a un joven compañero que había sido detenido momentos antes. Los islamistas radicales les robaron las armas de fuego a las fuerzas de seguridad. Una patrulla que se encontraba en un lugar cercano pudo perseguir y localizar a los agresores matando a uno de ellos y recuperando las armas de fuego.
Pero el balance trágico de estas primeras 24 horas de estado de excepción se cerró en Delly, una ciudad situada a unos 105 kilómetros de al este de la capital argelina, donde otros dos militantes integristas murieron como consecuencia de los disparos de la policía en el transcurso de una manifestación tumultuosa. Se carece de información sobre este último hecho.
Defender sus derechos
El Frente Islámico de Salvación (FIS) volvió a pedir ayer al pueblo que "continúe defendiendo sus derechos" y comparó al nuevo poder que gobierna en Argelia tras la dimisión de Chadli Benyedid con la junta chilena de Pinochet. En el comunicado número 16 del Buró Ejecutivo provisional del Frente Islámico de Salvación, aseguran que fue "el pueblo, que rechaza la política de represión y tutela", quien se enfrentó a las fuerzas del orden, en choques que han causado ya más de 50 muertos desde el pasado viernes.
La noticia sobre los últimos atentados se conoció en Argelia ayer a última hora de la tarde mientras el presidente del directorio cívico-militar Mohamed Budiaf dirigía un mensaje a la nación en el que trataba de justificar y explicar las razones de las medidas excepcionales, decretadas horas antes.
Budiaf, en un tono firme, poco convincente y sin mirar a la cámara de televisión, habló sobre todo del FIS, y de la estrategia de la tensión de la organización islámica, que en su opinión pretende colocar al país en una situación de guerra civil.
Budiaf recalcó que el FIS "ha rechazado la mano tendida y ha recurrido a la violencia, al sabotaje y a la instauración de una guerra civil, utilizando a los jóvenes para destruir la democracia". Más adelante y en su larga diatriba contra el movimiento integrista descalificó a este partido que "ha demostrado que no respeta la ley y las instituciones y que carece, además, de sentido nacional".
El presidente de la junta cívico-militar aseguró que la violencia tendría una respuesta adecuada y aprovechó la ocasión para agradecer al Ejército y la policía los esfuerzos que venía realizando para preservar la paz de la nación.
Pero Budiaf no sólo habló de los integristas. Se dirigió, sobre todo, a los jóvenes y aseguró que como ellos desea también un cambio radical para Argelia.
Crear empleo
Pero a renglón seguido y justo en el momento de dar una respuesta concreta a las reivindicaciones de los jóvenes, el discurso de Budiaf se encalló y a duras penas logró esbozar unas alternativas económicas y sociales. De forma tímida hablé de los mercados, que iban a estar aprovisionados durante la época del Ramadán, de la posibilidad de relanzar el sector de la construcción y edificar 250.000 viviendas, movilizando al 50% de los trabajadores de esta rama que se encuentran en paro. Habló también, con un tono vago, de un plan de relanzamiento económico y añadió que el jefe de Gobierno Sid Ahmed Gozali estaba trabajando en ello. En este momento Budiaf enlazó su discurso de la violencia con el de la juventud y llamó a los adolescentes a agruparse, organizarse y escuchar las directrices del Gobierno.
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