Italia presenta el pabellón de Sevilla proyectado por Gae Aulenti y Pierluigi Spadolini

Italia traerá a la Exposición Universal de Sevilla los caballos de la fachada de la catedral de San Marcos -de Venecia-, cuadros de Rafael, Massaccio y Botticelli, y la Paulina Borghese de Bernini, según anticipó el viernes el comisario, Luigi Turchi, al presentar en Roma la maqueta del pabellón italiano. Turchi sugirió incluso la posibilidad de que viaje a la capital andaluza la estatua ecuestre de Marco Aurelio, que ha pasado en el Capitolio romano los últimos 450 años de los casi 2.000 que tiene de existencia. Los arquitectos Gae Aulenti, autora de la reforma del Museo de Orsay de París, y Pierluigi Spadolini, hermano del presidente del Senado, Giovanni Spadolini, firman el proyecto del pabellón.

El pabellón, una alegoría futurista que arquitectónicamente parte de la estructura de la ciudad medieval amurallada, fue presentado a un selecto público romano en los salones de un gran hotel. El presidente del Gobierno, Giulio Andreotti, hubiera debido asistir a la ceremonia, pero se lo impidieron tareas parlamentarias. Sí estuvo, en cambio, Giovanni Spa dolini.En la sala se encontraban Franco Nobili, presidente del consorcio público IRI, una de cuyas empresas realiza las obras; Mario Lupo, vicepresidente de Iritecnia; María Pía Fanfani, esposa del dirigente democristiano; el embajador de España en Italia, Emilio Menéndez del Valle; el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Garrido, y la actriz Gina Lollobrigida.

El pabellón italiano, cuya construcción ya va avanzada, tendrá la forma de un gran paralepípedo de 90 metros de largo, 50 de ancho y 35 de altura, centrado en cuatro torres que sobresalen en el tejado y recuerdan a las medievales por sus bases anchas, en las que irán alojados los ascensores. El edificio será de doble perímetro, con un lago artificial intercalado que evoca la ciudad amurallada y aisla el interior del calor sevillano.

Volúmenes laterales

Los volúmenes laterales, que serán dedicados a salas de exposiciones, delimitan un gran espacio central. La construcción será permanente y servirá como centro de investigaciones ítalo-españolas para el sector servicios cuando termine la muestra.[Gae Aulenti, coautora del proyecto, ha desarrollado su carrera básicamente en Milán, aunque su salto a la fama se debió al Museo de Orsay parisino, que generó una gran publicidad por la monumentalidad de la reforma. También el Palazzo Grassi de Venecia reabrió sus puertas tras la intervención creativa de Aulenti, quien entró en el mundo cultural español con el proyecto de reforma del Palacio Nacional de Montjuïc, que albergará el Museo de Arte de Cataluña.]

El contenido de las exposiciones que albergará el pabellón italiano aún no está definido, aunque un comité de ideas integrado por el semiólogo Omar Calabrese, Gian Piero Iacobelli y el barón Franz von Lobstein ha definido ya las áreas conceptuales en las que deberán integrarse las ofertas.

Las áreas expositivas serán ocho, y cubrirán desde el cuerpo humano hasta el cosmos, la técnica, las máquinas y la cultura. En la gran galería central, la decoración evocará el pasado, el presente y el futuro, representados, respectivamente, por la Tierra, la Luna y Marte. El globo terráqueo pesará más de 70 toneladas y girará suspendido del eje de su ecuador. En su interior habrá un teatro para proyecciones y debates sobre los temas científico-culturales de la muestra.

Nobili, el presidente del IRI, afirmó que este pabellón trata de representar "la imaginación, la creatividad y la capacidad tecnológica de los italianos". Turchi destacó que la Expo sevillana "será la mayor manifestación de la historia de las exposiciones universales, ya que ninguna de las cinco anteriores logró el récord de los 110 países participantes que se juntarán en Sevilla".

Jacinto Pérez Pellón, comisario general de la Exposición Universal de Sevilla, presentó el acontecimiento como "el gran encuentro internacional y la gran fiesta de fin de siglo", y se refirió a España como "país moderno y eficaz", dispuesto a definir un nuevo sur europeo sin perder sus características mediterráneas.

Nobili deseó "suerte a los amigos españoles", porque su éxito, dijo, "será también el de todos los ciudadanos de esa gran nación que se llama Europa".