_
_
_
_
Entrevista:

"Las mujeres hemos ido demasiado lejos"

El estudio se realizará a lo largo de cinco años con el objetivo de saber exactamente qué ha pasado con los programas que se han hecho en la última década. "Hay que analizar las áreas donde el impacto ha sido más positivo", afirma Margaret Shield, al tiempo que pinta un perfil poco grato de la situación. "Hemos visto claramente que aumenta la capacidad económica de la familia porque entra otro sueldo, el de la mujer. Pero esto no repercute directamente en una mejora personal: como no tiene dinero suficiente para pagar una persona que atienda la tareas, deja a las niñas en casa. Hay que documentar bien esto; no queremos que el coste de que la mujer trabaje sea el futuro de sus hijas".La situación no es más halagüeña en el caso de aquellas mujeres que sí pueden pagar los servicios de una persona que les sustituya parcialmente en casa. El fenómeno de la superwoman, imperante en Europa y Estados Unidos, se explica desde la óptica de "una sociedad que no ha cambiado", dice Margaret Shields. "Por una parte, nos incorporamos al trabajo sin hacer previamente un análisis de los géneros, del papel que tiene cada sexo. Por otra, es obvio", dice Margaret Shield, "que, cuando empezó el movimiento feminista, las mujeres nos apuntamos a todo sin darnos cuenta de la Id»cura a la que nos llevaría eso".

Compartir

La solución al conflicto no pasa por un retorno al hogar, sino por una revolución más lenta y radical, que la habida hasta ahora. En ésta revolución, "compartir" es la palabra clave. "Creo que la conclusión de ese trabajo será que, tras empujar a las mujeres al terreno productivo, hay que compartir las responsabilidades. Hemos ido demasiado lejos obligadas por el hecho de que los puestos de trabajo se han concebido siempre sobre la idea de que en casa hay una persona que hace las cosas", continúa.Ahora, la realidad actual ya no puede ser ésa. Y hombres, Gobiernos y empresas tienen un papel determinante en el nuevo orden. "En efecto", dice la directora del Instituto de Naciones Unidas para el Desarrollo de la Mujer, "hay que ser más flexible con el trabajo y dejar de ver la casa sólo como una unidad de consumo. Los bienes y servicios que se producen en una casa están hechos siempre por las mujeres". "Yo creo", dice Shields, "que se da importancia al hecho de si el trabajo es pagado o no. Hay que analizar el papel de la mujer en la economía informal y en la agricultura, y queremos medir, a nivel internacional, el valor de la mujer no pagada".

Tras su nombramiento en la ONU, hace cinco meses, vive en Santo Domingo (República Dominicana), sede del instituto, conociendo así directamente la lucha de las mujeres latinoamericanas con la epidemia de cólera que afecta a la zona. Cuando la enfermedad y la muerte constituyen la vivencia cotidiana, cabe preguntarse qué es más urgente para las mujeres: ¿la formación, el trabajo o la planificación familiar que alivien su salud?

"La casa es lo más importante", dice Margaret Shields. "Más importante incluso que el agua, según revela un estudio presentado en Washington". Ésta es una percepción subjetiva de las mujeres, pero el cólera les ha desvelado la importancia del agua y del acceso a ella. No hay que olvidar que el tratamiento del agua es una responsabilidad de las mujeres, aunque es tan importante la educación de éstas cómo de aquellos que toman decisiones: la mujer que tiene que coger agua del pozo es más consciente de la importancia del agua que el hombre que se toma un vaso en su despacho", concluye Shields.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_