El Ejército prefiere a Rusia

La Asamblea de Oficiales del ex Ejército Soviético, celebrada el viernes en Moscú, ha dado como primer resultado un fortalecimiento de la posición de Rusia y ha significado una seria advertencia a las repúblicas que desean formar sus propias fuerzas armadas. La aplastante mayoría de los 5.000 militares que participaron en esta reunión es partidaria de conservar unas fuerzas armadas únicas para la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que ha reemplazado a la URSS, aunque hoy parece prácticamente imposible detener a las repúblicas que ya están creando ejércitos propios.El fortalecimiento de Rusia se traduce en que toma bajo su jurisdicción los contingentes emplazados en las ex repúblicas soviéticas que no han ingresado en la CEI, es decir, las tropas que se encuentran en los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) y en Georgia. El presidente ruso, Borís Yeltsin, creyó necesario pedir a sus colegas de la CEI que no interpreten esta decisión como reflejo de las ambiciones imperiales" de Rusia. A pesar de ello, esta medida refuerza objetivamente el poder militar de Rusia, que aunque de forma oficial no cuenta con fuerzas armadas propias, de hecho domina las fuerzas estratégicas de la CEI y también las llamadas de "misión general" que tendrá la Comunidad, en las que más del 60% de la oficialidad es rusa.

Esto aumentará el recelo hacia Rusia de parte de las otras repúblicas, en especial de aquellas que pretenden tener cierto protagonismo en la esfera militar. También despertará el temor de Moldavia, que se preguntará si Rusia no aceptará el día de mañana tomar también bajo su jurisdicción a los soldados emplazados en la autoproclamada República del Transdniéster.

Los militares se han pronunciado de forma categórica por conservar la unidad de las fuerzas armadas, cosa hoy prácticamente imposible. Ya nadie puede impedir a Ucrania, por ejemplo, formar su propio ejército. Y lo sucedido al día siguiente de la Asamblea de Oficiales lo confirma: el 99% de los miembros del estado mayor del distrito militar de Klev juró ayer fidelidad a la República de Ucrania.Defensa a muerteYeltsin, que habló ante los militares después de tener claro cuáles eran los ánimos imperantes en el palacio de los Congresos del Kremlin, hizo todo lo posible por ganarse las simpatías de los reunidos. Además de prometer a los uniformados el oro y el moro -viviendas, permiso para comerciar, reajuste trimestral de los salarios de acuerdo a la tasa de inflación-, aseguró que "es inaceptable el principio de la división simple y elemental del organismo militar único". Rusia, al igual que Kazajstán, dijo, "defenderá a muerte las fuerzas armadas únicas".

No se crea. que esto es una declaración de guerra a Ucrania y a Azerbaiyán, Bielorrusia y Moldavia, las otras tres repúblicas que han decidido formar ejércitos propios. No. Yeltsin y el mariscal Yevgueni Sháposhnikov,. el comandante en jefe de lo que fue el Ejército Rojo, están resignados a la aparición de fuerzas armadas nacionales. De lo que se trata es de impedir que el actual Ejército sea dividido entre los 11 miembros de la CEI y que ésta se quede sin fuerzas armadas comunes.Este objetivo parece asegurado, ya que, según Yeltsin, siete repúblicas -Armenia, Kazajstán, Kirguizistán, Rusia, Tayikistán, Turkinenistán y Uzbekistán- están dispuestas a aceptar la idea de tener fuerzas armadas comunes en la CEI. Incluso si esta información no es exacta, Rusia y Kazajstán, las dos más importantes de entre ellas, están decididas a mantener un ejército conjunto.

Estas fuerzas armadas comunes deben existir por un periodo de dos o tres años, como mínimo, opina el mariscal Sháposhnikov. El ideal, para la cúspide militar, sería que Azerbaiyán, Bielorrusia, Moldavia y Ucrania aceptaran esta idea y no se apresuraran a crear ahora mismo sus propios ejércitos. No obstante, es sumamente dudoso que Ucrania, por lo menos, dé marcha atrás y acepte este periodo de transición.

El presidente ucranio, Leonid Kravchuk, restó ayer legitimidad a la Asamblea de Oficiales y dijo que la opinión de ésta influía en él "tanto como un eclipse lunar". Ante esta dura posición, algunos observadores se preguntan si la CEI podrá seguir teniendo en su seno a Ucrania por mucho tiempo.