El mercado único sin fronteras no se aplicará al patrimonio histórico-artístico
La Comisión Europea aprueba medidas para evitar la huida de obras de arte
El mercado único de 1993 no se aplicará al patrimonio histórico-artístico, según las propuestas de medidas de protección aprobadas ayer en Estrasburgo por la Comisión Europea. Cada Estado podrá imponer un régimen de autorización previa para impedir la salida de obras de arte. Los Doce establecerán un régimen común que permitirá, por una parte, la recuperación de un "tesoro nacional" exportado ilegalmente y, por otra, impedir la venta a países terceros. La desaparición de fronteras dentro de la Comunidad se compensará con un control reforzado de las fronteras externas. La antigüedad y el valor económico definirán las categorías de obras a proteger en común.
La protección de los patrimonios histórico-artísticos de cada país de la Comunidad Europea es el resultado de una larga batalla política encabezada desde el año 1989 por España. Los países del sur de Europa, ricos en patrimonio y carentes de inventarios completos, defendían un control riguroso frente al afán librecirculatorio de países como el Reino Unido, Holanda y Bélgica, propiciado por el interés comercial de los marchantes y el apetito de las grandes casas de subastas, como Sotheby's y Christie's.Alemania, inicialmente muy liberal en su posición, cambió de postura y se alineó con los proteccionistas. Antes de la unificación poseía un inventario de 140 obras catalogadas y protegidas, pero con la absorción de Alemania del Este se encontró con un patrimonio todavía desconocido en cantidad y riqueza.
La diferencia de posturas partía del hecho de que los países del sur (España, Italia, Grecia, Francia y Portugal) poseen millones de obras de arte, muchas aún por descubrir, y en buena parte en manos de particulares o en el patrimonio de la Iglesia.
Enriquecer los museos
Los del Norte veían en la libre circulación de mercancías del mercado único y su mayor poder adquisitivo una oportunidad para enriquecer sus museos.
El titular del Ministerio de Cultura español, Jorge Semprún, primero, y su sucesor en el puesto, Jordi Solé Tura, después, mantuvieron con firmeza la tesis de control sobre la que se logró un acuerdo de principio a finales de 1990, en la reunión de los Doce en el castillo de Magalia, en la localidad de Navas del Marqués, en la provincia de Ávila. Sin embargo, hasta ayer la Comisión Europea no pudo lograr un acuerdo sobre los criterios comunes. El nuevo régimen permitirá que cada país establezca libremente sus propios controles nacionales y un régimen de autorización previa de exportación como el que ya existe en España. Los Doce, sin embargo, se obligarán a aplicar normas comunes para la restitución de una obra exportada ilegalmente o, para impedir la salida de tesoros nacionales fuera de la Comunidad.
Las medidas comunitarias, según los proyectos de directiva y reglamento, pretenden proteger sólo el denominado núcleo duro del patrimonio histórico-artístico.
En primer lugar, todo país de la Comunidad Europea podrá reclamar a un socio comunitario la devolución de una obra de, arte exportada ilícitamente a partir del 1 de enero de 1993. La reclamación ha de hacerse antes de que transcurran cinco años desde la fecha en que razonablemente debería conocerse la venta. El derecho de restitución prescribe pasados 30 años. El país que recupere una obra de su. patrimonio deberá indemnizar a quien la hubiera comprado de buena fe, sin perjuicio de que pueda exigir el reembolso a los exportadores ilegales.
En cuanto a la exportación de obras del patrimonio comunitario a países terceros, se trata de un régimen común para corregir las discrepancias existentes entre los derechos nacionales de la Comunidad Europea. Francia, por, ejemplo, es muy rígida con sus propias obras, pero liberal a la hora de permitir una reexportación de un tesoro procedente de otro país.
Por otra parte, 37 ministros de Cultura inauguran hoy, bajo los auspicios del Consejo de Europa, la tercera Conferencia Europea de Ministros Responsables del Patrimonio Cultural, informa Miguel Bayón. Los mandatarios están dispuestos a discutir de aquí al sábado "una nueva dinámica para el patrimonio cultural de Europa".
Están presentes también Albania y las nuevas repúblicas bálticas, Estados Unidos y Canadá, así como la Comisión Europea, la OCDE, la Comisión Económica para Europa de la ONU, la Unesco y, Europa Nostra, entré otras instituciones.
Por parte española acude el ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, acompañado de personalidades como el director general de Bellas Artes, José María Luzón.
Babelia
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