El FIS se prepara para la clandestinidad

Los integristas argelinos han empezado a tomar medidas de seguridad que les permitirán continuar trabajando en la clandestinidad. Ayer por la noche, el país suspiró aliviado al conocer los nombres de los cinco nuevos jefes de Estado, pero quedan aún multitud de preguntas por contestar, entre ellas, qué pasará ahora con el Frente Islámico, de Salvación (FIS). En medios progurbernamentales se apuntaba hacia la inminente ilegalización del FIS y la detención de su principal líder en libertad, Abdelkader Hachani.

Informaciones de diversas fuentes indicaron que la detención de Hachani debía Producirse a una determinada hora en una mezquita determinada del barrio de El Harrach. La prensa acudió diligentemente para ser testigo del suceso, pero sólo hubo una plegaria y el combativo discurso del líder del FIS, en que reiteró la necesidad de permanecer alertas y serenos para no dejarse arrebatar el triunfo de las urnas.De hecho, el FIS teme lo peor: la declaración del estado de excepción, la ilegalización del partido y las detenciones masivas. Todos los periódicos de la mañana de ayer coincidían en la necesidad de declarar ilegal la organización islámica, corrigiendo así un error cometido en 1989, cuando se dio luz. verde a ésta, a pesar de uno de los artículos de la Ley de Asociaciones Políticas, en él que se prohíben las asociaciones con fines u objetivos exclusivamente religiosos.

Medidas de seguridad

De ahí, que el FIS ha empezado a adoptar medidas de seguridad para continuar sus actividades en la clandestinidad. Los síntomas de que poco se espera de los tiempos que se avecinan son evidentes. Primer síntoma: en los locales del FIS, no se encuentra prácticamente a nadie, cuando habitualmente el bullicio y la actividad son incesantes. Segundo síntoma: el consejo consultivo de la organización integrista acaba de celebrar una reunión en lugar secreto y desconocido. Tercer síntoma: los archivos de la organización fueron retirados de la sede central, cerca dé la Embajada de España. Y para acabar, parece ser que el consejo consultivo del FIS ha dado orden a sus militantes de afeitarse la barba y vestirse con indumentaria occidental.

Mientras que estos días la televisión estatal realizaba una amplia campaña explicando el vacío legal en que se encontraba el país tras la dimisión del presidente Chadli Benyedid, un número no determinado de personas de filiación política y laboral desconocida se dedicaba a llenar la ciudad de pintadas defendiendo la democracia y atacando el integrismo. Argelia tiene ya tradición en el arte de las pintadas, que datan de la guerra de la independencia. Eran entonces trazos toscos y rápidos que denotaban el nerviosismo. Pero las pintadas que aparecieron ayer en Argel están hechas con la tranquilidad de quien se siente protegido. Están redactadas en árabe y en un perfecto francés, incluidos puntos y comas, y en ellas pueden leerse frases tan cultas. como: "Estoy en democracia y me quedo en ella", o "No al adoctrinamiento de los niños", o "Argelia es musulmana y no tiene necesidad de la experiencia de Sudán ni de Irán".

Por otra parte, el máximo dirigente del Frente Islámico de Salvación (FIS), Abasi Madani, que desde el pasado mes de junio se encuentra en la prisión de Blida, ha perdido la antena parabólica que tenía instalada, desde hace dos años, en la terraza de su domicilio de Argel. La casa de Madani se encuentra en una de las estribaciones de la colina de Hydra, una de las zonas más lujosas de la capital, donde está situado también un buen número de embajadas.

A pesar de este entorno, la casa en la que habita Madani no es lujosa, ya que se trata de un tercer piso en un pequeño inmueble rodeado de un minúsculo jardín. Para entrar en su domicilio hay que franquear una verja de seguridad que se abre sólo desde el interior tras identificación del visitante.

Su apartamento, no muy espacioso, es sobrio. A la vista hay contados libros y uno o dos cuadros con inscripciones coránicas. Como sucede en los domicilios de muchas familias argelinas, la pieza principal es un comedor o sala que le convierte en mezquita durante las horas de plegaria, o en dormitorio durante la noche dando así cobijo a su mujer y sus seis hijos.

Los lujos de Madani

En el entorno familiar y profesional de Madani sólo sobresalen dos lujos: la citada antena parabólica y su coche, un Mercedes Benz. El dirigente islámico ha justificado siempre la propiedad de este vehículo asegurando, por una parte, que lo pagó con el dinero ganado como profesor de una universidad británica, y, por otra, que se trata de un instrumento de trabajo, a disposición del partido, que utiliza para propagar Con más facilidad y más rapidez el mensaje de Alá por todo el país.

Madani nunca habló de su antena, entre otras razones porque era más difícil de justificar y porque en sus discursos utilizando el juego de palabras que tanto les gusta a los argelinos, ha calificado a las parabólicas como diabólicas. Ahora que la suya ha desaparecido no tendrá que buscar excusas sobre su posesión.