"No hay paz perfecta"
Ignacio Balbín, a sus 53 años, es ya un hombre con dilatada experiencia en Centroamérica. Este coronel de caballería decidió un día dejar su despacho del Centro Superior de Estudios para la Defensa (CESEDEN) en Madrid e integrarse en la fuerza multinacional de Naciones Unidas en Centroamérica. Fue durante un año observador de la ONU en la verificación de la entrega de las armas de la contra en Nicaragua, y desde julio último se encuentra al frente de los asesores militares, en su mayoría españoles, encargados de vigilar la situación de los derechos humanos en El Salvador.Explica Balbín que la misión del Onusal (el destacamento militar de la ONU en El Salvador) es civil y que su presencia fue reclamada en su día no sólo por la guerrilla sino también por el Gobierno salvadoreño. El Onusal se estableció en el país únicamente con el objetivo de verificar la situación de los derechos humanos. Ha sido la primera misión de este tipo de Naciones Unidas, y también la primera establecida en un país que todavía no había decidido firmar la paz. "Yo creo en la paz en la región, y si no creyera en ella no estaría aquí", comenta este coronel español. "No sé qué dificultades se nos presentarán en el camino, pero estoy seguro de que llegaremos a una situación buena y aceptable de paz para toda Centroamérica".
Visión maniquea
Balbín asegura que desconoce aún a quién le va a entregar las armas el FMLN, "si es que se las entrega a alguien", pero advierte que una decisión en favor de Naciones Unidas sería "positiva". Y añade: "De todas formas, no sé qué ocurrirá con las armas del FMLN ni tampoco tengo hasta el momento información, ni siquiera reservada, de lo que va a ocurrir. Lo deseable es que redujera su nivel de armamento".En opinión del jefe de los asesores militares de la ONU en El Salvador, considerar que en esta guerra de 12 años, con un saldo de 75.000 muertos, no ha habido vencedores ni vencidos "es presentar el problema de este país centroamericano desde un punto de vista maniqueo". Y precisa: "Si hay un vencedor es El Salvador y el conjunto de los salvadoreños, porque han llegado a una paz que se deseaba y se esperaba".
Balbín es optimista ante lo que puede ocurrir después de los acuerdos logrados en Nueva York, aunque no oculta que existen factores de desestabilización. Cree que el futuro del país no se va a ver empañado de forma grave. "Soy consciente de que pueden existir incidentes, incluso de cierta resonancia, pero deseo y espero que no ocurra. En estos momentos creo más en la posibilidad que en la probabilidad. De todas formas parto del deseo de que la paz sea todo lo brillante que un país como El Salvador se merece".
Este coronel español piensa que las firmas estampadas en Nueva York han hecho decrecer los niveles de riesgo en El Salvador, y subraya que, con respecto a la misión militar de la ONU, "nunca han sido muy altos". En este sentido advierte que desde un primer momento ha habido una aceptación del papel que desempeña la ONU por parte de los dos bandos en confrontación. "Nuestra experiencia en el país nos dice que nunca hemos sido directamente agredidos por los bandos contendientes, si bien algunos de los equipos sí han padecido cierto niesgo. Pero no se trataba de operaciones dirigidas contra ellos sino que se han encontrado casualmente en medio de la situación. De cualquier modo, siempre han recibido ayuda de uno u otro bando para poder salir de las dificultades".
"Franca cooperación"
Balbín dice que los contactos entre la misión militar de Onusal y los bandos enfrentados han evidenciado una "franca cooperación, con unos canales de contacto permanentemente abiertos y con un balance en las relaciones personales muy satisfactorio". Al respecto precisa que no se puede decir en estos momentos "misión cumplida", especialmente porque ahora Onusal no sólo se limitará a supervisar la situación de los derechos humanos sino que tendrá como nueva misión verificar el alto el fuego, lo que supone un reforzamiento de su protagonismo en el país.En cuanto a la presencia activa de España en el proceso de paz de El Salvador, el coronel Balbín es contundente: "España está jugando un papel importante en la doble vertiente de la diplomacia, como integrante del grupo de países amigos del secretario general y como país que aporta a la ONU funcionarios civiles y militares para sus misiones de paz. La presencia dé militares españoles en misiones de paz de la ONU ha sido acogida muy favorablemente dentro de nuestras Fuerzas Armadas, hasta el punto que de momento todos los puestos que el Ministerio de Defensa ha solicitado cubrir por oficiales profesionales no sólo se han cubierto sino que hay un exceso de voluntarios. Este es un indicio claro de que las misiones son apreciadas por los miembros de las Fuerzas Armadas".
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