Bush se desmaya en una cena oficial en Tokio
Aquejado por una gripe intestinal, el presidente norteamericano, George Bush, de 67 años, sufrió ayer un aparatoso desmayo en Tokio durante un banquete ofrecido en su honor por el primer ministro japonés, Kiichi Miyazawa.Con una expresión de total desfallecimiento, pálido hasta el extremo y la boca dramáticamente entreabierta se desplomó sin conocimiento junto al hombre a quien ha pedido ayuda para lograr la recuperación de la recesionaria economía estadounidense. Minutos después, los médicos consiguieron su recuperación, y dos horas después, sin necesitar hospitalización, dormía en su residencia oficial de Tokio. "Esperamos que mañana pueda reanudar su programa de trabajo", declaró Marlin Fitzwater, portavoz de la Casa Blanca.
Por unos momentos, el fantasma de un vacío de poder en la capital del imperio, que habría de llenar el desprestigiado vicepresidente Dan Quayle, planeó sobre el mundo. El incidente introduce un nuevo elemento de incertidumbre en la campaña electoral a punto de iniciarse, en principio con un pronóstico de fácil reelección de Bush el próximo noviembre.
Las bolsas acusaron la noticia, recuperándose después. Wall Street experimentaba ganancias moderadás a media sesión. Madrid subió 1,70 puntos.
Pasa a la página 3
Más información en las páginas 2 y 33
Jornada intensa
Bush se recupera y reanudará hoy su programa
La jornada de ayer del presidente Bush había sido de una especial actividad. Por la mañana, asistió a la ceremonia oficial de bienvenida del emperador en la casa de invitados, pasó revista a las tropas y, en el palacio de Ahikito, sostuvo una conversación de 20 minutos con el matrimonio imperial. En una limousine negra, escoltado por dos Cadillac negros, tres helicópteros y un caza de combate, llegó al palacio de Akasaka, donde mantuvo la primera ronda de conversaciones oficiales sobre cómo superar una balanza comercial que se dispara en perjuicio de Estados Unidos.Tras el almuerzo, Bush y su embajador en Tokio, Michael Armacost, perdieron un partido de tenis. Minutos antes de la cena de gala, en compañía de su esposa y del matrimonio Miyazawa, Bush apareció relajado y sonriente, brindó ante las cámaras de televisión y tomó asiento en la mesa principal del gran salón principal, donde poco después caía fulminado.
El presidente norteamericano fue hospitalizado tras sufrir un transtorno cardiaco en mayo del año pasado. Los médicos diagnosticaron a Bush una fibrilación, que provocó una arritmia del músculo cardiaco.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.