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El 70% de los españoles bebe alcohol y casi la mitad empezó a consumirlo antes de los 18 años

Los españoles conocen los riesgos del tabaco y desean dejar de fumar, pero son tolerantes con los peligros del alcohol, según un estudio realizado por la Dirección General de Planificación Sanitaria. Así, mientras en los últimos años se observa un descenso del tabaquismo tanto en los niveles sociales altos como entre los menores de 25 años, el consumo de bebidas alcohólicas crece: el 69,6% de la población toma cerveza, vino y otros licores, frente a un 64% en 1980. Además, la iniciación al consumo (17 años) es cada vez más temprana, produciéndose con frecuencia en reuniones familiares.

En efecto, el 45% de los hombres y el 28% de las mujeres afirman que empezaron a beber entre los 15 y los 18 años. Entre las personas con bajos niveles de estudios, esa edad se rebaja incluso a antes de los 12 años. Para la generación que cuenta actualmente con más de 46 años, en cambio, esa frontera se situaba alrededor de la veintena.En cuanto a la cantidad de alcohol ingerido, Sanidad señala que un 2% son consumidores "muy ocasionales", considerando por ello en su análisis que la tasa real de bebedores es de un 68%. Esto sitúa en cuatro puntos el porcentaje real de aumento desde 1980, pero a los especialistas de salud pública les preocupa en particular que ese aumento se dé en los jóvenes. En este sentido, el informe señala que se ha producido "un desctriso de] bebedor moderadoy un crecimiento del excesivo, siendo mayor el porcentaje de bebedores cuanto menor es la edad".

Por porcentajes, el 42% de los españoles son "bebedores ligeros" (toman menos de 125 centímetros cúbicos a la semana); un 13,9%, "moderados" (beben entre 126 y 525 centímetros cúbicos de alcohol a la semana); un 3,6% presenta un "consumo alto" (hasta 700 centímetros cúbicos de alcohol) y, por último, un 7,3% pasa esa frontera, considerándoseles bebedores "excesivos".

En cuanto a grupos sociales, el ranking del consumo lo encabezan los "jóvenes varones, solteros, de nivel medio-alto, que, viven en localidades de más de 100.000 habitantes". En el polo opuesto se sitúan las amas de casa y jubilados de bajo nivel económico. Por sexos, se estima que son bebedores el 82% de los hombres y el 60% de las mujeres. No obstante, el estudio señala que los últimos dos años se ha constatado mayor incorporación de mujeres (9,2%) que de hombres (6%) al consumo de alcohol.

Con respecto al escenario y al tipo dé alcohol, los hombres beben con amigos y optan cotidianamente por la cerveza (51%) y el vino (46%). Aperitivos, brandy, licores y whisky se toman de forma menos regular. Las mujeres, por su parte, beben "con el cónyuge o con otros familiares".

'Ancha es Castilla'

El perfil del bebedor que arroja el estudio no coincide totalmente con el del fumador, aunque se observan comportamientos similares -como la mayor incorporación de mujeres que de hombres- y ambos hábitos en ocasiones se superponen. Así, las frecuencias más altas de bebedores de cerveza corresponden a fumadores. Estos además toman entre una y dos veces más aperitivos a la semana que los no fumadores.En síntesis, en la sociedad española coexisten cuatro tipos de comportamiento frente al tabaco denominados en el estudio ancha es Castilla (dos de ellos) y agárrate que vienen curvas (otros dos).

El primer epígrafe -"fruto del desarrollismo de los sesenta, el acceso al consumo, la influencia del american way of life y la incorporación de la mujer al mundo laboral"- recoge los modelos "en crisis". Entre éstos se encuadran los fumadores "universitarios, mayores de 30 años, que empezaron a fumar en la adolescencia y residen en grandes ciudades". Este prototipo tiene "asumido que fumar perjudica su salud y debe dejar de fumar cuantos antes, pero supera los 20 cigarrillos diarios". Junto a él coexiste otro perfil de fumador caracterizado por tener "entre 46 y 55 años, con estudios primarios, que se inició antes de los 12 años, y compagina el cigarrillo con algún puro". Este fumador empieza a detectar los síntomas del consumo "masivo e ininterrumpido de tabaco y el médico le ha dicho que debe dejar de fumar".

En el grupo llamado agárrate que vienen curvas se definen dos prototipos que emergen en los últimos años: al primero pertenece la "mujer, soltera, de entre 26 y 35 años, formación universitaria y situación económica media que reside en ciudades mayores de 500.000 habitantes". Se caracteriza porque cada "seis meses está un par de semanas sin fumar para reincidir después". El segundo está protagonizado por los "varones, de 16 a 20 años, estudiantes o parados y que viven en ciudades de menos de 10.000 habitantes o más de 50.000". Estos fumadores consumen ahora más cigarrillos que hace deis años, pero no se plantean dejar de fumar.

El estudio de Sanidad ha sido realizado sobre una muestra de 2.002 españoles mayores de 16 años en todo el territorio nacional, excepto Canarias.

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