La CEI tratará hoy de fijar un acuerdo militar

Los principales dirigentes rusos intentaron ayer contrarrestar la imagen de una Rusia prepotente y dominadora de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que ha ido tomando cuerpo en los últimos días al autoproclamarse la Federación Rusa legítima heredera de la Unión Soviética. Borís Yeltsin afirmó ayer rotundamente que "somos iguales entre iguales", sólo 24 horas antes de la celebración de la segunda cumbre de presidentes de la CEI, que difícilmente resolverá el problema principal por el que fue convocada: fijar un acuerdo sobre las Fuerzas Armadas de la nueva comunidad.

En un mensaje de fin de año, difundido por la televisión central a todas las repúblicas, Yeltsin aseguró que la desintegración de la Unión Soviética ha conseguido eludir la "variante yugoslava", para añadir que "no habrá guerra civil". El presidente ruso se comprometió a hacer todo lo posible para no utilizar "nunca" el botón nuclear, que ahora está en su poder. Y añadió que la transformación de la economía supone un "doloroso" paso para el que solicitó paciencia a sus conciudadanos. Yeltsin cifró los tiempos difíciles para la economía en "no más de ocho meses"."Por penoso que sea despedirse de la Unión, debemos reconocer que en su lugar no hay un vacío, sino una unión de pueblos y estados que puede llegar a ser incluso más sólida de lo que fue la URSS que se basaba en las órdenes, el sometimiento y la fuerza", agregó el presidente ruso.

Ante las dificultades a que se enfrenta la cumbre de la CEI mañana, el número dos ruso, Guennadi Búrbulis, apuntó con una frase el camino a seguir: "El trabajo que tenemos ante nosotros debemos realizarlo sin demoras, pero al mismo tiempo hemos de evitar forzar la marcha".

Al abordar el espinoso tema militar, que enfrenta a Rusia con Ucrania, Yeltsin apuntó cautamente no tanto hacia un acuerdo, muy dificil de alcanzar hoy después de que el mariscal Sháposhnikov fracasara en su intento de llegar a la reunión con un pacto, como hacia una aproximación de posiciones: "Encontraremos una vez más un lenguaje común", 'Manifestó. Yeltsin reiteró que las armas nucleares estratégicas deben quedar bajo control unificado y debe existir una estructura de mando única para las Fuerzas Armadas de la CEI.

Su posición contemporizadora no impidió al nuevo inquilino del Kremlin insistir en que una mayoría de Estados de la CEI apoyan la idea de un mando conjunto de las Fuerzas Armadas en los próximos años. A ello se oponen Ucrania, Azerbaiyán y Moldavia, que pretenden disponer de ejércitos propios de inmediato.

Objetivos mínimos

El primer viceprimer ministro rulo, Guennadi Búrbulis, fijó en unas declaraciones a Tass unos objetivos mínimos para la cumbre que hoy se celebrará en Minsk, la capital de Bielorrusia: establecer el mecanismo que regule la cooperación de los Estados miembros de la CEI, encontrar un modelo aceptable de coordinación de las instituciones y hallar un compromiso que permita afrontar de inmediato la reforma radical de la economía.

Búrbulis reiteró el número dos ruso es que las reformas se van a abordar en toda la CEI con el rublo como moneda única. En su opinión, aquel Estado que tenga la intención de emitir una moneda propia "se sitúa fuera del contexto de las reformas proyectadas y de las ideas compartidas por la nueva Comunidad". Ucrania y Bielorrusia han anunciado la emisión de cupones en sus respectivos territorios, con el argumento de que, si no obran así, les faltará moneda para hacer frente a las necesidades de papel que genera la subida de precios.

Para acompañar la subida de precios, el Gobierno ruso ha adoptado dos tipos de decisiones: por un lado, ha fijado los criterios de privatización de la economía y ha aprobado el decreto de reforma agraria. Por otro, ha tomado una serie de medidas que amortigüen el impacto del encarecimiento de los productos entre los más desfavorecidos. Además de establecer topes a las subidas en los productos de mayor necesidad, el Gobierno ruso está estudiando la posibilidad de utilizar sus reservas de comida y la ayuda internacional como colchón que impida la proliferación de las revueltas callejeras que han empezado ya a producirse.

Delicada situación en Armenia

Dentro de su política de regular con claridad las relaciones con las demás repúblicas de la ex URSS, Yeltsin firmó ayer un tratado de amistad y cooperación con Armenia. Este acuerdo fue definido como verdaderamente histórico por el presidente armenio, Levon Ter-Petrosian. "Por primera vez en 300 años, Rusia y Armenia se han sentado en una mesa como iguales", precisó.

Este acuerdo se ha suscrito en un momento delicado: las tropas del antiguo Ministerio soviético del Interior completaron su retirada de Nagorni Karabaj, el polémico enclave armenio situado en territorio de Azerbaiyán, el día 28, y de nuevo se han reanudado las hostilidades entre los soldados azeríes y los defensores armenios. Sólo 24 horas después de finalizada esa retirada, ya habían muerto 25 personas en los, enfrentamientos, según la agencia Tass.