Rusia toma por decreto las últimas estructuras del poder central soviético

El gobierno de la Federación Rusa ha completado la toma del Kremlin y liquidado las últimas estructuras de poder central que aún quedan con sendos decretos firmados por el presidente ruso, Borís Yeltsin. Todos los edificios, incluido el Kremlin, y bienes del presidente soviético y del Comité Económico Interrepublicano (de hecho, el Gobierno de la URSS) pasan a poder de Rusia, según informó ayer la agencia independiente Interfax.Yeltsin ya se había apoderado de parte del Kremlin esta semana, cuando el Parlamento ruso resolvió hacerse cargo de los bienes del Sóviet Supremo de la Unión, que tenía su sede en esta histórica fortaleza.

Además, el líder ruso abolió el Ministerio de Exteriores soviético, que encabeza Edvard Shevardnadze, y ordenó que sus bienes pasen a manos del ministerio ruso correspondiente. Igual suerte corrieron el Ministerio del Interior y dos de los tres servicios de seguridad que reemplazaron al KGB después del fallido golpe de Estado de agosto.

El presidente soviético, Mijaíl Gorbachov -que aceptó el martes arriar la bandera roja que ondea en el Kremlin la noche de fin de año- declaró que decidirá su futuro después de la cumbre de los líderes republicanos que se celebra este fin de semana en Almá Atá, la capital kazaja. Se espera que allí las repúblicas centroasiáticas se unan como cofundadoras a la Comunidad de Estados Independientes, creada el 8 de diciembre en Minsk por Bielorrusia, Rusia y Ucrania.

"Decidiré mi destino después de la reunión de Almá Atá", ha declarado Gorbachov en una entrevista al diario Komsomólskaya Pravda, de la que algunos extractos fueron publicados ayer en Moscú. "Pero esto no es lo más importante", agregó.

Como no ha sido invitado a la cumbre interrepublicana, Gorbachov envió el miércoles una carta a los participantes en ella insistiendo en que si se pronuncian por una comunidad y no por un Estado, como era su deseo, de todas maneras debe existir un órgano coordinador. Al mismo tiempo, el presidente soviético repitió que después de que el documento de creación de la nueva comunidad sea ratificado por las repúblicas, habría que someterlo a referéndum. "Que el pueblo decida", dijo.

En su carta, Gorbachov reiteró que tanto la defensa estratégica como la política exterior de la Comunidad deben ser comunes y pidió que, por lo menos al comienzo, exista una ciudadanía también común para evitar conflictos étnicos y discriminaciones.