Borís Yeltsin recibe en Italia honores de "casi jefe de Estado"

PERU EGURBIDE Alfombra roja y paso de revista a una guardia de honor integrada por 90 aviadores, mientras una banda de carabineros interpretaba los himnos ruso e italiano, fue el protocolo de la llegada del presidente ruso, Borís. Yeltsin, ayer a Roma, donde fue recibido al pie del avión por el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Gianni de Michelis, y su homólogo del Vaticano, cardenal Jean-Louis Tauran. El ceremonial fue tan idéntico al utilizado con los máximos dignatarios que resultó imposible entender la afirmación de De Michelis de que Yeltsin sólo recibiría en Italia honores de "casi jefe de Estado".

El presidente ruso, Borís Yeltsin, inició, así su primera salida al extranjero tras el acuerdo de la unión eslava del pasado 8 de diciembre y la segunda desde el golpe de Estado fallido de agosto. Yeltsin será además huésped del presidente de la República, Francesco Cossiga, que, además de otorgarle ayer la máxima condecoración del Estado, le ha asignado los apartamentos del palacio del Quirinal destinados a los jefes de Estado.Objetivos

Dos objetivos trae Yeltsin en esta doble visita de Estado: lograr Para Rusia un reconocimiento diplomático todavía reservado a la Unión Soviética y conseguir que Italia desbloquee las ayudas económicas concedidas a la URSS durante la visita de, Mijaíl Gorbachov a Roma el 18 de noviembre de 1990. Tales ayudas fueron congeladas tras los sucesos del pasado agosto.

Giulio Andreotti, presidente del Gobierno italiano, recordó a Yeltsin, durante la entrevista de hora y media que mantuvieron, las relaciones "muy sólidas" que estableció Italia con Mijaíl Gorbachov y expuso al presidente ruso "su disgusto" por el hecho de que la política del líder soviético "encuentre dificultades en la nueva realidad rusa". Yeltsin reiteró ayer a la radio italiana que Gorbachov "dimitirá antes de que termine diciembre y Rusia volverá a ser un gran país".

De Michelis, por su parte, afirmó que Italia no está dispuesta a dar a Rusia un reconocimiento unilateral ni inmediato. "La respuesta que daremos a Yeltsin en este punto es que pensamos abordar el tema del reconocimiento junto con la Comunidad Europea, que, espero, abordará la cuestión en los próximos días sobre la base del documento que se aprobó el pasado lunes", dijo el ministro a la prensa mientras esperaba a Yeltsin en el aeropuerto de Fiumicino.

Paralelamente, Joaquín Navarro Valls, director de la sala de prensa vaticana, afirmó que el Vaticano sigue considerando a Mijaíl Gorbachov como interlocutor, al menos hasta que la URSS deje de existir el próximo 31 de diciembre.

En el terreno económico, las cosas parecen ir más rápido. El Consejo de Ministros de Italia aprobó ayer la concesión a Rusia de un primer crédito de 2,5 billones de liras (más de 200.000 millones de pesetas) como parte de los siete billones de liras concedidos hace un año a la URSS. Por otra parte, Yeltsin cenó anoche en el Senado con grandes empresarios italianos, como Giovanni Agnelli y Arturo Ferruzzi.

También tiene un sentido económico, aunque inverso a éste, la visita de Yeltsin al Vaticano, ya que el Papa urgirá a su huésped a que cumpla los acuerdos alcanzados con Gorbachov para la devolución de los bienes patrimoniales requisados por Stalin.

El otro gran tema de interés de la Iglesia es la posibilidad de que Juan Pablo II visite pronto Moscú, pero no parece probable que Yeltsin pueda comprometerse a una fecha en firme, dadas las tensiones vigentes entre el Vaticano y el patriarca Alexis de la Iglesia ortodoxa, que es mayoritaria en Rusia.