La ONU cree prematuro reconocer a Croacia y Eslovenia

El informe sobre la crisis yugoslava presentado ayer por el secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, ante el Consejo de Seguridad, que se reúne este fin de semana para tratar el conflicto, se opone a un envío inmediato de fuerzas de paz de la ONU a las zonas en guerra y recomienda un compás de espera en el reconocimiento internacional de las repúblicas que han proclamado su independencia, especialmente Croacia y Eslovenia.

Este último punto está en clara sintonía con la postura expresada de nuevo ayer por la Administración norteamericana, en un mensaje transmitido por el presidente George Bush durante una entrevista mantenida en Washington con el primer ministro griego, Constantino Mitsotakis.Las recomendaciones del secretario general de la ONU constituyen un nuevo revés para las aspiraciones del Gobierno de la república independentista de Croacia, aunque no pueden haber sorprendido en ningún estamento oficial. A partir de las evaluaciones sobre el terreno de Cyrus Vance, enviado especial de la ONU en Yugoslavia, Pérez de Cuéllar señala en su informe que Ias condiciones para el envío de tropas no existen todavía" al no respetarse el cese de las hostilidades acordado en Ginebra. Pérez de Cuéllar indica que ambos bandos están violando el alto el fuego, aunque puntualiza que Ias violaciones son más numerosas e intensas por parte del Ejército yugoslavo".

El secretario general de la ONU se opone, por el momento, al reconocimiento de las repúblicas independentistas y ha dirigido una carta a Hans Van den Broek, ministro de Exteriores de Holanda (país que preside actualmente la CE) en la que subraya que "la repercusión de un reconocimiento prematuro de algunas repúblicas yugoslavas sería una potencial bomba de relojería". "Un reconocimiento prematuro y selectivo acentuaría los conflictos actuales y añadiría más combustible a una situación que ya es explosiva, especialmente en Bosnia-Herzegovina y Macedonia. Por lo tanto, creo que debemos evitar acciones precipitadas", añade Pérez de Cuéllar.

El informe del secretario de la ONU contiene un apéndice en el que describe la posible distribución de los cascos azules en Croacia. Diez batallones de infantería (unos 8.000 hombres), 100 observadores, y 500 policías y personal civil constituirían las fuerzas de paz.

Las autoridades croatas y los medios de comunicación de Zagreb no ocultan su decepción ante la postura del organismo internacional y de George Bush, quien todavía se muestra "convencido" de que es posible un acuerdo en Yugoslavia con los esfuerzos del mediador de, la ONU. Ante la casi certeza de que la CE en su conjunto no reconocerá en los próximos días a las repúblicas independentistas, Croacia se agarra como a un clavo ardiendo a la posibilidad de que Alemania adopte unilateralmente dicha decisión antes de Navidad. Consciente de que esta eventualidad no está garantizada el diario Vecernji List escribía ayer que Ia próxima semana no se debe ver como algo definitivamente perdido o ganado".

Tal vez este mensaje iba dirigido a unas fuerzas, las croatas, que, implicadas en una guerra que se prometía corta, se enfrentan a un invierno largo y frío a un enemigo considerablemente superior.

La moral sigue alta, dicen los oficiales croatas, pero algunos combatientes, como los visitados por este enviado en el frente de Sisak no ocultan el cansancio. Cansancio por no recibir el ansiado armamento pesado para combatir contra los tanques y aviones del Ejército federal, que podría llegar a Croacia tras el reconocimiento internacional y por tanta muerte diaria, que ayer apar eció de nuevo en Osijek. Un ataque generalizado del Ejército, que se prolongó durante toda la noche del jueves, provocó al menos seis muertos.