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Los dramaturgos exigen que la mitad de las representaciones sean de autores españoles

El congreso de San Sebastián opta por el proteccionismo

El cambio profundo de la política cultural es la única terapia contra la precaria situación del teatro que los dramaturgos españoles han encontrado en el primer congreso de la Asociación de Autores de Teatro, clausurado ayer en San Sebastián y convocado como respuesta a su exclusión en la Feria de Francfort. La agrupación profesional de escritores teatrales cerró la reunión con el acuerdo de exigir a la Administración el establecimiento de una cuota mínima del 50% de obras de autores españoles vivos en la programación de los teatros públicos, y el mismo porcentaje en los montajes subvencionados.

"El Estado tiene dinero suficiente para salvar el teatro", afirmó el secretario de la asociación, Alberto Miralles, "pero ignora su existencia propiciando la superficialidad y la banalización de la cultura". El congreso pidió a las administraciones públicas que "acometan estrategias posibilistas, con el fin de ir ampliando la presencia del autor español vivo en los escenarios, materializadas en programas que incentiven la escritura teatral, favorezcan proyectos de mayor riesgo y aseguren la mayor difusión, dentro y fuera de España, de nuestra producción teatral".

Supervivencia

Los participantes en el congreso de la Asociación de Autores de Teatro, el primero que la agrupación, celebra desde su fundación el pasado año, dirigieron sus protestas hacia la política cultural y exigieron un notable incremento de las obras de dramaturgos vivos como la única vía para defender la supervivencia de los escritores teatrales. La petición de cuotas mínimas en los teatros públicos no limita las intervenciones solicitadas por los autores a los responsables de la política cultural.El congreso aprobó la exigencia de exenciones fiscales para los montajes de obras de autores vivos y la reconsideración de las decisiones que dan prioridad a los escritores clásicos y a los extranjeros en los grandes festivales de teatro. La principal paradoja es para Miralles que "el autor español no puede vivir de los derechos que generan sus obras. Somos quienes generamos todo el negocio del teatro pero en la mayoría de los casos debemos dedicamos a otra profesión para ganamos la vida".

Las protestas por el abandono del teatro por parte del ministerio y las administraciones autónomas dominaron las sesiones del congreso. La corrección de los errores cometidos pasa, en opinión de los portavoces de la asociación, "por el abandono de una política de prestigio que en los últimos años ha provocado un desequilibrio injusto en el reparto de presupuestos y subvenciones".

En nombre de los actores, acudió al congreso de los autores de teatro el secretario de acción sindical, Juan Polanco, quien solicitó a los dramaturgos su integración en el movimiento de la Plataforma de la Cultura, "el foro de debate de la situación cultural del país", indicó.

Los autores consideran necesario para incrementar el interés del público por el espectáculo teatral la introducción de esta materia en los programas de enseñanza y piden al Ministerio de Educación, por otra parte, la creación de departamentos de teatro en las universidades españolas.

En la sesión de clausura del congreso, celebrada ayer por la tarde, los participantes ratificaron por mayoría -sólo hubo una abstención- el apoyo de la Asociación de Autores a la huelga del próximo día 14.

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