La segunda fase de la conferencia de paz se abre sin Israel ni la OLP
La segunda fase de la Conferencia de Paz para Oriente Próximo se inaugura hoy en Washington con características singulares: Israel y la Organización para la Liberación de Palestina, los dos grandes antagonistas del conflicto árabe israelí, estarán ausentes. Los israelíes porque, en un gesto airado, así lo ha decidido Isaac Shamir. La OLP, porque, a petición israelí, se le ha negado desde un comienzo toda visibilidad en el proceso.
Aparte de que James Baker está empeñado en evitar el naufragio del proyecto, ayer sólo se supo que Estados Unidos y la Unión Sovietica, los co-patrocinadores del proceso, han acordado convocar una amplia reunión ministerial en Moscú el 28 y 29 de enero próximos. La reunión, a la que asistirían ministros de 35 países, serviría para mostrar el apoyo internacional a- la iniciativa de paz en la región y allanar el camino para discusiones multilaterales sobre desarme, distribución de agua y cooperación en Oriente Próximo.Tal era el sigilo con el que se trabajaba en el Departamento de Estado norteamericano que hasta, anoche no se conocía con exactitud dónde se realizarán los contactos bilaterales entre árabes e israelíes una vez que los israelíes lleguen, posiblemente antes del lunes. Un anuncio oficial sólo concretaba que se celebrarían "en tres sitios diferentes comprendidos en un mismo complejo gubernamental".
Una pequeña legión de subalternos de Baker trataba de dilucidar detalles y sin duda uno de los más sensibles tenía que ver con el acceso de los fotógrafos. Los norteamericanos no quieren que la foto de la silla vacía de Israel caldee aún mas el ambiente y otorgue un capcioso recurso al argumento árabe de que los judíos sencillamente no quieren hablar de paz.
Batalla propagandística
Detrás de las expresiones optimistas de árabes e israelíes se preparaba el terreno para lo que promete ser, al menos al inicio, una batalla propagandística. Israel despachó ayer a Estados Unidos al viceministro de Exteriores, Benjamín Netanyahu, el elocuente portavoz de Shamir que conoce como pocos cómo funcionan las relaciones públicas en Washington y Nueva York.
La delegación palestina llegó en la madrugada enarbolando claveles blancos. Hanán Ashraui, su portavoz, declaró que su presencia en Washington ratificaba la fe palestina "en el lenguaje de la paz". Ashraui no dejó pasar la oportunidad para denunciar que la situación en los territorios ocupados "se está deteriorando drásticamente" gracias a la represión israelí.
Shamir confirmó ayer la no comparecencia israelí a la cita de hoy, pero prometió que sus delegados estarán en Washington el lunes la fecha que el gobierno israelí ha elegido para demostrar que Tel Aviv no acepta dictados de nadie, ni siquiera de su principal benefactor.
En el entorno del ministro israelí de Exteriores, David Levy, se considera que la intransigencia de Shamir sólo contribuirá a que los delegados árabes presentes en Washington acusen a Israel de sabotear las conversaciones de paz, informa desde Jerusalén Víctor Cygielman.
