El Gobierno aprueba el registro sanitario para los condones

El Consejo de Ministros aprobó ayer un real decreto que regulará por primera vez en España, de manera específica, las condiciones técnicas y sanitarias que deben reunir los preservativos de caucho. Hasta ahora, estos productos estaban contemplados dentro de la legislación para métodos anticonceptivos de carácter general y regulados por una norma de carácter industrial. Esta, conocida como norma UNE, no era de obligado cumplimiento, lo que provocó críticas de distintos sectores hacia la campaña desarrollada hace un año por los ministerios de Sanidad y Consumo y Asuntos Sociales, con el lema Póntelo. Pónselo, para potenciar el uso de preservativos entre los jóvenes.El real decreto aprobado ayer, tras casi dos años de tramitación, califica los preservativos como productos sanitarios. Esto significa que, además de estar adaptados a la norma UNE, deben ser homologados a partir de ahora por la Dirección General de Farmacia.

En cuanto al envasado y etiquetado, el nuevo texto distingue entre envase individual (el destinado a máquinas expendedoras) y envase comercial, con una o varias unidades. En todos ellos deberá figurar la fecha de caducidad, descripción del artículo, instrucciones de uso y conservación e incluso indicaciones para su desecho.

No a la venta ambulante

El real decreto regula también los puntos de venta de preservativos, permitiéndose en farmacias, establecimientos abiertos al público y en máquinas expendedoras. Queda totalmente prohibida, por tanto, la venta ambulante. Estos puestos proliferan en mercadillos como el Rastro, en Madrid, utilizándose como circuito comercial de marcas de baja calidad.Con objeto de que no se produzcan desabastecimientos en el mercado, la Administración concede un plazo de un año a los fabricantes, durante el cual se podrán comercializar artículos sin homologar.

El proyecto de real decreto contemplaba multas, que pueden llegar hasta 100 millones de pesetas, para los fabricantes de profilácticos que en adelante no se ajusten a la nueva normativa.

Las ventas de este producto mueven anualmente en España en torno a los 7.000 millones de pesetas. Fuentes de esta industria señalan que entre el 80% y el 90% de los preservativos se vende en farmacias. Tras la irrupción del sida entre las enfermedades de transmisión sexual, todos los sectores coincidieron en la necesidad de regular los condones como un producto sanitario, aunque fuentes de Sanidad señalan que "la utilización de condones no elimina en su totalidad el riesgo".