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EE UU estudia una acción de castigo contra Libia

El gobierno de EE UU ha consultado con sus más cercanos aliados la posibilidad de iniciar una acción de castigo contra Libia, una vez probada la relación directa entre los servicios de inteligencia de ese país y el atentado sufrido por el Boeing 747 de la compañía Pan Am, que estalló en el aire en diciembre de 1988 y que causó la muerte de 270 personas. Funcinarios norteamericanos han señalado que es "imposible" pensar que el Gobierno libio no estuviera detrás de aquel atentado. Washington desea coordinar una respuesta internacional en la que participe el mayor número de países.

"Era imposible para nosotros creer que el Gobierno libio no estaba relacionado con ese atentado y que esa acción no fuera un claro ejemplo de terrorismo de Estado", ha declarado el portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater.El portavoz presidencial, sin embargo, desligó cualquier relación de los Gobiernos de Siria e Irán en aquel atentado, a pesar de reconocer que durante el primer año de las investigaciones se barajaron los nombres de algunos sospechosos de nacionalidad siria e iraní.

Fitzwater señaló que el hecho de que Washington haya desvinculado a esos dos países del atentado del vuelo 103 se basa en pruebas de inocencia concluyentes, y no esconde ningún interés político, como puede ser el de aproximar las relaciones entre Washington y Teherán o no interferir el diálogo entre árabes e israelíes, actualmente en proceso.

Richard Boucher, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, fue ayer mucho más concluyente a la hora de relacionar el estallido del avión de Pan Am con el Gobierno libio. "Los terroristas eran miembros de los servicios de inteligencia de Libia; el atentado fue organizado por el Gobierno de aquel país desde el principio hasta el fin, y el ataque fue de tal magnitud que es imposible pensar que se llevara a cabo sin la autorización de las más altas esferas políticas libias".

El pasado jueves, el Departamento de Justicia norteamerica no, simultáneamente con la fiscalía escocesa, anunció el procesamiento de dos libios, Lamen Jalifa Fhimah y Abdel Passet Ali al Megrahi, como los dos autores materiales del atentado. La investigación del FBI señala que Fhimah y Al Megrahi, actualmente en paradero desconocido, aunque se sospecha que están refugiados en Libia, actuaron bajo las órdenes de los servicios de inteligencia de su país.

El gran jurado ha procesado a los dos sospechosos de 193 cargos, entre los que se incluyen tres delitos que están sancionados con la pena de muerte. Fhimah y Al Megrahi están asimismo procesados por las autoridades escocesas por conspiración y múltiple asesinato. Se les relaciona directamente con la explosión del Boeing 747 de la compañía Pan Am, que estalló en el aire el 21 de diciembre de 1988 cuando sobrevolaba la localidad de Lockerbie (Escocia). Los ocupantes del avión, 259 personas y 11 vecinos de Lockerbie, fallecieron a causa de la explosión.

Pese a que el portavoz de la Casa Blanca ha explicado con claridad que la respuesta política de Washington no excluye la acción militar, algunos funcionarios han manifestado que esta posibilidad está "descartada".

Libia ha negado cualquier relación con el atentado, y el embajador de Muammar al Gaddafí en Francia, Saeeb Mujeer, ha explicado que su país no entregará a los sospechosos. [Libia hizo público ayer un comunicado oficial en el que niega formalmente su implicación en el atentado y pide una investigación internacional, informa Reuter].

Algunos miembros del Gobierno de George Bush piensan que el mejor modo de presionar y castigar ahora al Gobierno libio es aumentando su aislamiento económico. Algunos funcionarios se muestran partidarios de que Washington cree una red internacional supervisada por la ONU para agudizar el embargo económico contra Libia. Bush ha discutido este tema con el primer ministro británico, John Major, y el presidente francés, François Mitterrand.

Caras conocidas

Mientras Washington planea sus acciones de castigo contra Libia, los rostros de Fhimah y Al Megrahi, se han convertido en dos caras conocidas en Estados Unidos. Sus fotos han aparecido en todos los medios de comunicación e informativos televisivos. Se trata sin duda de los dos hombres más buscados en estos momentos por el FBI. Sus fichas personales detallan que Al Megrahi, por ejemplo, ha actuado en otros atentados y que suele emplear hasta cuatro nombres distintos. Nació el 1 de abril de 1952 en Trípoli, está casado y fue el responsable de seguridad de las líneas aéreas fibias. Fhimah nació en 1.956 en Suk Giuma (Libia), está casado y era también funcionario de la compañía estatal aérea de su país.La investigación del FBI ha descubierto que los dos sospechosos, utilizando pases robados, colocaron una maleta Samsonite en el vuelo Air Malta KM-180 con destino a Francfort. La maleta fue transferida al vuelo de Pan Am 103 con destino a Nueva York y Londres sin que la bomba, un explosivo plástico colocado en el interior de un radiocasete Toshiba, fuera detectada.

Para el FBI, la conexión libia está más que probada. Los dos sospechosos actuaron como agentes de la Organización de Seguridad de la Jamahirya, el servicio de inteligencia de Gaddafi, que les prestó "toda la ayuda y medios para perpetrar su acción terrorista".

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