El bloque serbio pide el envío de 'cascos azules' a Croacia

El bloque serbio de la presidencia yugoslava, es decir, cuatro de sus ocho miembros, solicitó ayer, por primera vez, al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el envío urgente de los cascos azules a Croacia para "crear una zona tampón entre las partes en conflicto".El ministro croata de Asuntos Exteriores, Zvonimir Separovic, declaró ayer que Croacia apoya la presencia de tropas internacionales. Separovic afirmó en declaraciones a la agencia croata Hina que "Croacia ha solicitado varias veces la presencia de tropas extranjeras en su territorio".

Aunque fuentes de Naciones Unidas afirman no tener conocimiento de la solicitud del bloque serbio, el embajador rumano en la ONU, Aurel Dragos, que ocupa la presidencia del Consejo de Seguridad, afirmó ayer en Bucarest que iniciaría consultas para mcluir la propuesta del bloque serbio en el orden del día de la próxima reunión del Consejo.

La solicitud implica que las tropas de la ONU sean desplegadas en los confines entre los territorios con mayoría de población serbia y croata, pero no especifica donde exactamente. Serbia no reconoce las fronteras actuales jon Croacia. El mapa étnico ha sido completamente alterado debido a las emigraciones masivas.

El bloque serbio, hace tan sólo unos días, se oponía tajantemente a la entrada de tropas extranjeras en Yugoslavia. La petijión serbia de envío de los cascos azules llegó un día después del anuncio de las sanciones económicas internacionales contra Yugoslavia, y cuando las fuerzas iroatas han pasado a la ofensiva, mientras el Ejército federal sufre bajas y deserciones.

La adopción de sanciones conómicas por parte de la CE, a las que ayer se sumó Estados Unidos, no afectó a la intensidad de los combates, que continuaron ayer en los frentes de Croacia. El Ejército, junto con los guerrilleros serbios, profundizó aún más hacia el centro de Vukovar, ciudad cuya resistencia de más de tres meses forma parte ya de la leyenda de la guerra.

En Dubrovnik, el Ejército conquistó la última posición croata en Bosanka, una colina que domina la ciudad asediada, desde donde los croatas mantenían su resistencia.