Bush decide imponer sanciones a Yugoslavia
El presidente George Bush anunció ayer en La Haya que Estados Unidos ha decidido imponer sanciones económicas a Yugoslavia y apoyar cualquier resolución de la ONU que incluya un embargo del petróleo suministrado al país balcánico. Washington espera que esta medida refuerce la oposición internacional contra la guerra que arrasa la zona. El anuncio fue efectuado ayer en La Haya por el propio presidente, poco después del segundo encuentro semestral EE UU-CE, en el que ambos bloques económicos abordaron las delicadas negociaciones del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comerciales).
Las sanciones económicas contra Yugoslavia tienen un carácter simbólico para Estados Unidos porque la primera adquiere a la segunda sólo un 5% de sus productos. La magnitud política del gesto es sin embargo distinta. Al reforzar la presión internacional sobre las repúblicas enfrentadas reconoce y alienta la labor mediadora de la CE, que la víspera había decidido en Roma adoptar las sanciones que ahora respalda Bush. "Apoyarnos a los que quieren dejar de luchar. La intolerancia y el racismo de los nacionalismos que lanzan a un ciudadano contra otro no caben en la nueva Europa de los cambios políticos y el respeto a las minorías", dijo George Bush en su discurso oficial.La negociación, como forma de resolver diferendos políticos, vertebró también la declaración emitida por la Comunidad Europea y Estados Unidos al final de su encuentro. El texto amplía los efectos benéricos del diálogo a los países del este y centro de Europa, "que en su camino hacia la democracia opten por el rechazo a la violencia". En uno de sus párrafos se alude también de forma explícita al respeto de las fronteras internas y externas europeas que sólo un acuerdo político puede modificar.
Arropado por una cálida acogida en la tierra de sus antepasados, Bush se esforzó en Holanda por demostrar que los cambios experimentados en Europa desde 1989 deben reforzar los lazos atlánticos. "La historia no deja tiempo para las celebraciones. Europa y Estados Unidos deben seguir juntos porque, aunque supimos abordar la guerra fría, aún tenemos que demostrar que seremos capaces de afrontar la paz". En este punto el presidente norteamericano recordó el apoyo que ambos bloques pueden prestar a las reformas en la Unión Soviética. "Durante cuatro décadas el Este ha mirado hacia el Oeste. Ha llegado el momento de recibir con calor a estos países".
El discurso de Bush tampoco escatimó cumplidos a la hora de calificar el proceso de integración comunitaria. Para él, la unión económica y política de la CE ampliará su responsabilidad en materia de defensa. "De ahí que la Alianza Atlántica deba seguir siendo su marco de referencia. Un escenario que servirá luego de apoyo a las jóvenes democracias del Este para la salvaguarda de su paz".
Ruud Lubbers, primer ministro holandés, subrayó también ayer la importancia de la OTAN para la seguridad mundial. Después de homenajear en público al secretario de Estado norteamericano, James Baker, por su mediación en Oriente Próximo, Lubbers hizo un canto a la solidaridad entre Europa y Estados Unidos. "Cuanto más cooperemos, más fácil será lograr un orden internacional coherente en un mundo cada vez más interdependiente", concluyó.
El encuentro semestral de ayer estuvo también dedicado a limar asperezas en la actual Ronda Uruguay de negociaciones sobre el GATT. Antes de abandonar La Haya, George Bush señaló que en este campo se habían logrado progresos optimistas. La misma actitud fue mostrada por Jacques Delors, presidente de la Comisión Europea.
Más información en la página 49
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