El 95% de las cintas vírgenes se dedica a la copia de discos

Del 90% al 95% de las cintas vírgenes vendidas en nuestro país están dedicadas a las copias de discos. Y cada cinta virgen se utiliza dos veces y media. Estos datos, unidos al no menos llamativo de que en España se copia privadamente cuatro veces más horas de música que la que se vende, da la medida de la importancia de solucionar ya, en opinión de Carlos Grande -gerente de la Asociación Fonográfica y Videográfica Española (AFYVE) y participante en el I Congreso ,Iberoamericano de Propiedad Intelectual-, la remuneración compensatoria, regulada en el artículo 25 de la Ley de Propiedad Intelectual, por la que los autores, artistas y editores tienen que cobrar derechos de autor por todas las cintas vírgenes, fotocopias, copias y otras reproducciones privadas que se hayan hecho de las obras realizadas o publicadas por ellos.Este artículo no se ha aplicado desde la entrada en vigor de la ley, en noviembre de 1987, por la negativa de los representantes del sector empresarial de fabricantes y distribuidores de fotocopiadoras y otros aparatos de reproducción a ponerse de acuerdo sobre el canon.

El ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, anunció en la inauguración del congreso, el pasado lunes, la modificación de este artículo con el objeto de hacer cumplir la ley y además con efectos retroactivos.

Según Carlos Grande, la copia privada, que es una técnica ,,absolutamente legal", está dafiando los derechos de la industria discográfica mucho más que la misma piratería. "Uno no puede comprarse un Mercedes y copiarlo, por ejemplo, como tampoco puede copiar una nevera, y en cambio sí puede oír una perfecta versión del maestro Rodrigo sin comprarse el disco, mediante una copia privada", explica el gerente de la Asociación Fonográfica y Videográfica Española.

En Europa, cinco países, además de España, tienen legislación sobre el canon por copia privada. Alemania, primer país en el mundo que reconoció este derecho, en 1965, recaudó sólo en 1990 70 millones de dólares por cintas y equipos de reproducción. En Francia, la cifra alcanzó en el mismo año 90 millones de dólares sólo por el concepto de las cintas, y en Austria la cantidad rozó los 10,5 millones de dólares.

Aunque en España la cantidad a designar varía según los distintos sectores implicados,la cifra puede llegar a alcanzar como mínimo los 1.000 millones de pesetas anuales.