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El G 7 y la URSS acuerdan la renegociación de la deuda

Todas las repúblicas de la ex URSS aceptan asumir solidariamente la deuda externa y devolverla a través de un único banco central. Bien entrada la noche del lunes y tras un golpe de efecto de última hora del primer Ministro de Ucrania, Vitold Foin, que hizo temer que las negoiaciones fracasaran, las 12 repúlicas que siguen dentro del maro de la Unión Soviética decidieon suscribir el memorándum ue recoge las exigencias planeadas por los viceministros de acienda del Grupo de los Siete, revias a la renegociación de la euda exterior de la antigua URSS.La reunión entre los representantes de los siete países económicamente más poderosos del mundo y los de las repúblicas soviéticas no concluyó hasta que, espués de que Fokin diera el p

ortazo y abandonara la sala, se incluyera en el documento la petición a los países bálticos de que también ellos asuman solidariamente la parte de deuda soviética que les corresponda.

El acuerdo garantiza a los soviéticos que los países ricos renegociarán los pagos de los aproximadamente 68.000 millones de pesetas que adeuda la Unión a los bancos extranjeros. Pero además supone la su peración del último obstáculo relevante para que la antes denominada URSS adquiera alimentos suficientes para superar el invierno que se echa encima. Los representantes occidentales no ocultaron ante sus interlocutores que la resolución del problema de la deuda y la ayuda alimentaria "están directamente relacionados".

La necesidad de llegar fuera como fuera a un acuerdo el mismo lunes venía determinada también porque era preciso tener resuelto el problema cuando se produjera ayer la reunión entre los presidentes soviético, Mijaíl Gorbachov, y norteamericano, George Bush, básica para la concesión de créditos de Estados Unidos. Los soviéticos calculan que necesitan para los próximos 12 meses préstamos norteamericanos por valor de 3.500 millones de dólares, más 1.000 millones de dólares de ayuda humanitaria. El plan de alimentación suscrito por las 12 repúblicas el sábado prevé la importación de alimentos por valor de 8.000 millones. Gorbachov mantendrá hoy con el presidente francés, François Mitterrand, otra entrevista en la que la ayuda alimentaría será uno de los principales temas.

Con las prisas, lo que sigue quedando en el aire es cómo las repúblicas soviéticas van a repartirse el papel de la deuda que heredan del viejo régimen centralista. Los criterios a manejar son muy diversos y, por lo tanto, el acuerdo no es fácil. Un argumento que utilizan las repúblicas con autosuficiencia agraria, como Ucrania, para pagar menos es que buena parte de los créditos que deben devolverse fueron para adquirir alimentos que se quedaron sobre todo en Rusia. La misma Ucrania, con el apoyo de buena parte de las otras repúblicas, exigió conocer la verdad sobre las reservas en oro y divisas de la Unión antes de que se efectúe el reparto, aspecto éste que finalmente se recogió en el memorándum suscrito la noche del lunes.

Los problemas entre las repúblicas, que pueden acabar convirtiendo el memorándum en papel mojado, parecen preocupar al G-7 sólo relativamente, dado que lo que se ha conseguido en las reuniones del domingo y el lunes es el compromiso de que se hará frente a la deuda "de manera solidaria".

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