El alto el fuego no se respeta en Croacia

Fuertes combates se libraban ayer en Croacia tras acordar ayer el ministro de Defensa yugoslavo, Veljko Kadijevic, y el presidente croata, Franjo Tudjman, el 100 alto el fuego. El enviado especial de las Naciones Unidas para el conflicto, Cyrus Vance, declaró ayer que el embargo de armas decretado contra Yugoslavia había sido un fracaso, y que de ahora a finales de año se pueden esperar 400.000 refugiados procedentes de la región.

El presidente Tudjman ordenó ayer el desbloqueo de los cuarteles del Ejército federal en Croacia, exigiendo simultáneamente que las Fuerzas Armadas desbloqueen las ciudades, puertos y el espacio aéreo croata clausurado desde hace semanas -para el transporte aéreo civil. Pese a ello cuarenta rninutos después de la entrada en vigor del 101 alto del fuego "que concretó la decisión de la presidencia federal" adoptada el viernes en La Haya, un cornunicado del Ejército federal daba cuenta de violentos combates en la región de Dubrovnik, según radio Belgrado.Por primera vez desde el comienzo del conflicto un convoy humanitario, formado por la asociación Médicos sin Fronteras de Francia, fue atacado ayer por fuego de mortero. Dos enfermeras resultaron heridas de consideración al topar el camión que las conducía con minas. El convoy había logrado evacuar 109 heridos de la sitiada ciudad de Vukovar. [El representante especial de Naciones Unidas para el conflicto, el norteamericano Cyrus Vance, dijo ayer en Nueva York que el embargo de armas para todas las partes implicadas en Yugoslavia decretado por la ONU el pasado 26 de septiembre era ampliamente violado. Agregó que era escéptico sobre el futuro del conflicto y dijo que los expertos esperan de ahora a finales de año unos 400.000 refugiados yugoslavos, informa AFPI.

El nuevo alto el fuego, que entró en vigor a mediodía de ayer, fue precedido por violentos combates en la noche y la mañana. El Ejército y las fuerzas croatas utilizaron artillería pesada cerca de Nova Gradiska. Las mujeres y los niños han sido evacuados de la zona mientras todos los hombres fueron obligados a permanecer y luchar. Seis soldados federales murieron en el intercambio de granadas de mortero cerca del río Kupa. En Vukovar, el Ejército dejó de disparar, pero las fuerzas croatas y los guerrilleros serbios continuaron.

En contrapartida a la evacuación de heridos de Vukovar, las fuerzas croatas permitieron que acabe la evacuación por el Ejército del cuartel de Borongaj en Zagreb, sitiado desde hace varios días y cuyos últimos ocupantes salieron ayer.

Dubrovnik esperaba ayer conseguir agua, tras semanas de asedio por las fuerzas armadas que la han dejado incomunicada. El Ejército federal acusó a los combatientes croatas de haber minado la carretera principal de la costa para impedir la llegada de los tanques.

El último alto el fuego puede durar unos días y permitir una tregua en los grandes combates. Sin embargo, es poco probable que cesen las represalias y los tiroteos.

Las salvajadas de la guerra cometidas por ambos bandos son tales -fusilamiento de presos, degollamiento y descuartizamiento de civiles- que la ira y el deseo de venganza son infinitos.

El presidente de Croacia volvió, sin embargo, satisfecho de La Haya por los resultados de la conferencia de paz.