Leguina congela la inversión y aumenta el gasto social

Los programas regionales contra la droga, el salario social y el transporte público verán mejoradas sus dotaciones, pero las inversiones de la Comunidad permanecen congeladas. El proyecto de presupuestos para 1991, presentado ayer por el Gobierno de Joaquín Leguina con casi un año de retraso, prevé un gasto total -incluidas las empresas públicas- de 407.000 millones de pesetas, apenas un 7,8% más que el año pasado.

La falta de apoyos parlamentarios suficientes y la inminencia de las elecciones autonómicas obligaron al Ejecutivo socialista a prorrogar los presupuestos de 1990. Con la seguridad que proporciona hacer predicciones sobre el pasado, el consejero de Hacienda, Ramón Espinar, explicó ayer que pretende un moderado crecimiento del gasto público, seis puntos por encima de la inflación.

En los presupuestos propios de la Comunidad (331.000 millones), la Consejería de Transportes (80.000 millones) registra el crecimiento más fuerte -un 58,6%- como consecuencia de las obras de cierre de la línea circular del Metro. El Departamento de Integración Social (37.500 millones) aumenta sus partidas en más del 13% para financiar los programas del Plan Regional contra la Droga y del Ingreso Madrileño de Integración (IMI) o salario social.

Una consejería tradicionalmente inversora, Política Territorial, apenas varía sus dotaciones. Espinar asegura que la vivienda social dispondrá de 33.006 millones. Sin embargo, en el conjunto del presupuesto, el capítulo de inversiones cae más de un 10%. La Comunidad, que reconoce un endeudamiento de 190.000 millones, se queja de que otras instituciones le deben 35.000 millones.