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El convoy de la Comunidad Europea con ayuda humanitaria llega a Vukovar

,Una cierta reducción en la intensidad de los combates en los frentes de Croacia despierta la modesta esperanza de que se pueda alcanzar una solución pacífica del drama yugoslavo. El Ejército federal y las Fuerzas Armadas croatas en Zagreb no habían logrado anoche completar el desalojo del cuartel militar en Borongaj (Zagreb). Sin embargo, se confirmó la llegada de un convoy de ayuda humanitaria a las tropas croatas en Vukovar, una de las dos condiciones acordadas desde hace varios días.

El último convoy militar de Borongaj, destinado a Bihac (Bosnia), demoré ayer su salida a pesar de que los vehículos con la ayuda humanitaria destinados a Vukovar habían terminado por alcanzabar su meta. Según las fuentes croatas, la ayuda humanitaria no había llegado antes a Vukovar debido al ataque de las fuerzas serbias desarrollado en las cercanías de Vinkovci. Los serbias alegan que algunos vehículos llevaban armas.

La paz precaria disfrutada ayer por los ciudadanos de la costa dálmata no la compartieron los habitantes de Osijek, Vukovar, Mirkovci, Borovo Naselje, donde la lluvia de morteros diarios no cesaba, destruyendo lo poco que había quedado de estas ciudades.

Mientras tanto, en vísperas de la nueva reunión plenaria de la conferencia sobre la paz en Yugoslavia en La Haya, convocada para hoy, los medios serbios próximos a la cúpula política de Belgrado resaltaban un solo tema: la retirada o la permanencia del Ejército federal en el territorio de Croacia. El presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, aseguró ayer al enviado especial de las Naciones Unidas, el ex secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, que Serbia no tenía pretensiones territoriales. Sin embargo, Milosevic no reconoce la inviolabilidad de los confines actuales entre Serbia y Croacia. De ahí que se excluye la posibilidad de que el Ejército se retire de las posiciones que actualmente ocupa en las regiones croatas con población serbia.

Si bien los contactos entre los representantes del Ejército federal y las tropas croatas en Zagreb, Sibenik y Zadar demuestran la voluntad de solucionar pacíficamente la evacuación de las tropas federales de estas ciudades, la retirada completa, tal como la anunció el ministro de Exteriores holandés, Hans van den Broek, está descartada.

Politika, periódico próximo a la cúpula política serbia, dice de Van den Broek: "El destino de los pueblos yugoslavos es triste si lo diseñan este tipo de políticos". Y agrega: "Europa debe entender que el Ejército no puede retirarse indefinidamente". Branko Kostic, líder del bloque serbio en la presidencia, fue más tajante al decir que Europa pone unas condiciones "que el pueblo nunca aceptaría". Dirigiéndose a los soldados federales en Trebinje (Bosnia), Kostic reiteró su idea de la necesidad de destruir militarmente a las tropas croatas.

El mercado negro de divisas registra puntualmente la situación en el país balcánico. El marco alemán, cuya cotización está fijada en 13 dinares, se vende en Belgrado a 50 y en Zagreb a 70.

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