España apoya una defensa europea autónoma

El Reino Unido e Italia presentaron ayer su propuesta conjunta de convertir a la Unión Europea Occidental (UEO) en el brazo armado de la CE, pero sólo para intervenir en acciones fuera de la zona de la OTAN. Francia, Alemania y España pretenden ir más lejos y defienden una defensa europea autónoma de la OTAN, posibilidad que Italia y el Reino Unido rechazan. El ministro español de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, calificó ayer de "sorprendente" el hecho de que una Europa que aspire a la unidad "no tenga la menor capacidad de defensa".

Fernández Ordófiez hizo esta declaración en Madrid antes de emprender viaje al castillo de Haar, cerca (de Utrecht, donde asiste con sus colegas de la CE a una reunión decisiva para el futuro tratado de unión política que los Doce se han comprometido a firmar el 10 de diciembre en la cumbre de Maastrich. Los Doce se dedicarán a perfilar un acuerdo sobre la política exterior y de seguridad común, dejando para después los otros grandes retos de la unión política.La Iista de "intereses importantes" suscita diferencias que tendrán probablemente que zanjar los jefes de Estado y de Gobierno. La división surge a la hora de prever de antemano los campos de acción común de la CE. España y Francia desean incluir el Mediterráneo junto a las relaciones trasatlánticas (prioridad de Londres) y la política hacia la URSS (exigencia de Bonn). La toma por mayoría cualificada de algunas decisiones prácticas, en temas previamente definidos como de interés común, no reúne el consenso. Lo que nadie discute es que toda iniciativa nacional deberá conformarse en el futuro a las posiciones comunes asumidas por los Doce.

Con la propuesta presentada con Italia, el Reino Unido ha dado un giro radical a su postura de negarse a considerar una defensa europea fuera de la OTAN. Esta propuesta plantea la necesidad de reforzar la UEO "con la tarea de desarrollar la dimensión europea de defensa". La OTAN, según Londres, continuará siendo el 'Toro esenciaV y la UEO deberá consultar todas sus acciones con los aliados.

El Reino Unido e Italia prevén la creación de una fuerza de intervención europea, coordinada por una célula independiente de la Alianza Atlántica, pero sólo para participar en acciones exteriores de mantenimiento de la paz o para intervenir fuera de zona en defensa de los intereses europeos. Sería así el instrumento de acción europeo en las áreas no incluidas en el Tratado del Atlántico Norte.Portugal, Holanda y Dinamarca apoyan a Italia y al Reino Unido, mientras la neutral Irlanda se mantiene al margen. Francia, Alemania y España consideran el proyecto ítalobritánico como insuficiente. El presidente Felipe González se ha comprometido en su reciente gira a París y Bonn a apoyar el eje franco-alemán en su proyecto de una defensa europea autónoma. Francia y Alemania pretenden una UEO independiente de la OTAN, mientras Londres la concibe únicamente como instrumento de coordinación entre la Alianza Atlántica y la CE. Según un alto diplomático español, "plantear una defensa europea sólo para fuera de Europa es un proyecto vacío de contenido".El acuerdo de Gymnich

Los ministros de Asuntos Exteriores de la CE celebran ayer y hoy lo que se conoce como un gymn¡ch, un consejo informal para buscar acuerdos en el ámbito de la política exterior. El término tiene que ver con el histórico acuerdo alcanzado el 21 de abril de 1974 en la ciudad alemana de Gymnich, cuando la CE se comprometió a consultar con Estados Unidos cualquier iniciativa en materia de política exterior.

El compromiso de Gymnich se vio precedido por la amenaza del presidente Nixon de plegar el paraguas de seguridad a Europa occidental si ésta mantenía "una actitud negativa" en temas políticos y económicos. La crisis fue provocada por el proyecto de declaración de "Identidad europea" surgido de la cumbre de Copenhague en diciembre de 1973, y por la Idea comunitaria de un diálogo euro-árabe. Estados Unidos y la CE habían mantenido posturas netamente diferenciadas con ocasión de la guerra del Yon Kippur en octubre de 1973. La CE -entonces con nueve miembros- reconoció a Estados Unidos el derecho a ser informado de antemano de sus iniciativas en el campo de la política exterior. Francia incluso llegó a protestar en 1977 porque Londres había filtrado a Washington la agenda de una reunión de la CE.

El gymn¡ch de Haarzullen parece querer abrir una nueva era e inaugurar el derecho de autodeterminación de la CE a la hora de ejercer su papel en la escena internacional.