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La distribución del gasto público en 1992

El gobierno reduce en los presupuestos los fondos para investigación y se apoya en la iniciativa privada

El Gobierno ha apostado por la iniciativa privada para fomentar la investigación y el desarrollo. Mientras con una mano aumenta los incentivos fiscales que concede a las empresas para que inviertan en investigación, con la otra recorta los ya reducidos programas de gasto en investigación que se realizan con los recursos del presupuesto.Ambas medidas, además, están contempladas en el proyecto de presupuestos para el próximo año. Los incentivos fiscales consisten en una considerable ampliación de las deducciones en el impuesto de sociedades que pueden aplicar las empresas cuando dediquen fondos a inversiones en investigación y desarrollo. La banda de deducciones pasa a ser del 15'Yo al 45% frente al 15% - 30% en que está en la actualidad.

El presupuesto del próximo ejercicio, mientras, destina 7.724 millones de pesetas (o un 3,7%) menos que este año a los programas de investigación, Claro que la dotación que el Estado concede para investigación no ha sido nunca muy abultado pues equivale al 0,8% de todo el gasto presupuestario. Como dato curioso, la investigación en estudios estadísticos y económicos no sólo ha conseguido eludir los recortes generales sino que aumenta un 3 1% respecto a la dotación de este ejercicio.

La educación, a cambio, sí consigue una considerable ampliación de fondos presupuestarios. Los mayores aumentos son los destinados a los programas de formación del profesorado, educación especial y enseñanza media. Las becas v otras ayudas al estudio también se verán beneficiadas de un considerable aumento del gasto.

Menor cultura

El presupuesto destinado a gastos culturales no está, sin embargo, entre los más beneficiados. Aunque en conjunto aumenta un l,8% programas como la promoción del libro, teatro, cine, archivos o protección del patrimonio artístico ven reducida su dotación presupuestaria.

Los gastos sobre ecología también ha disminuido -un 18,2%- y eso que se parte de unos niveles bastante reducidos. Las tres partidas más importantes podrán gastar, a lo largo del año, 8.991 millones de pesetas menos que en 1991. Sólo el capítulo de protección y mejora del medio ambiente contará con 2.0.11 millones menos, un 32,05% menos.

La deuda pública aumentará 200.000 millones más que el déficit previsto en 1992

El saldo de deuda pública en circulación podrá aumentar, el próximo año, en 1,16 billones de pesetas. Esta cifra supera, en unos 200.000 millones de pesetas al volumen de déficit previsto en los presupuestos del Estado para 1992. Este fuerte incremento en el volumen de deuda que se prevé emitir el próximo año consolida la expansión de esta partida de gasto público de cara al futuro.La explosión del gasto destinado a cubrir los intereses de la deuda se ha disparado precisamente en este año. No en vano, ésta fue una de las partidas que obligó al ajuste presupuestario que realizó el Gobierno en julio, como respuesta a unas estimaciones iniciales demasiado optimistas.Ese optmismo ha dejado paso al reconocimiento explícito de que la carga financiera de la deuda será el segundo programa de gasto -por volumen de fondos- en el presupuesto del próximo año.El aumento del programa de gasto destinado a cubrir la amortización y los gastos financieros de la deuda es así uno de los que más aumenta en el presupuesto del próximo año -un 36,2% además de ocupar el segundo lugar, tras las pensiones, por volumen de fondos captados.Varios son los motivos que han disparado este programa de gasto. El primero es el compromiso del Gobierno ante la Comunidad Europea de financiar su déficit con recursos captados en el mercado de capitales, y además no hacerlo con una ventaja que suponga competencia desleal hacia instituciones y empresas que también acuden a ese mercado para financiarse.La desaparición de los coeficientes de caja, de inversión y de los pagarés del Tesoro son así tres catalizadores de la expansión de este gasto. Un segundo, y no menos Importante papel, lo juegan los elevados tipos de interés españoles, sobre todo los que se pagaron en 1990 y 1991 -en los momentos de mayor carestía del dinero- por títulos de deuda a medio y largo plazo, que devengarán intereses los próximos ejercicios; es decir, lo que se emitió caro ha de pagarse caro.

Menos dinero para el ferrocarril

El ferrocarril no sale muy bien parado de la distribución presupuestaria para el año en el que se van a celebrar en España unos Juegos Olímpicos y la Exposición Universal. El capítulo sobre infraestructura del transporte ferroviario se reduce en un M,62% en relación a 1991, lo que significa 78.279 millones de pesetas menos que este año. El descenso tiene que ver con el fin de las obras para el tren de alta velocidad, que se han llevado la mayor parte de las dotaciones de 1991. Frente a 202.651 millones presupuestados para este año, el que viene habrá 124.372. Los fondos para construir nuevas carreteras decrecen un 9,13%.

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