La mirada surrealista de André Breton, en una exposición abierta en Madrid
El Museo Nacional Reina Sofía presenta 500 objetos y obras de la colección del artista
El mundo de André Breton (1896-1966), uno de los fundadores y principal teórico del surrealismo, se expone desde ayer en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid, a través de 400 obras y objetos y un centenar de documentos que pertenecieron a su colección particular. A los 25 años de su muerte, el Centro Pompidou, de París, ha logrado reunir de nuevo todo este material disperso como una deuda pendiente con una de las figuras más singulares de la cultura francesa.Las comisarias de la exposición, Agnés de la Beamelle e Isabel Monod-Fontaine, manifestaron que el proyecto, "muy difícil y muy ambicioso", era presentar la trayectoria visual de Breton, "todo lo que su mirada encontraba en el estudio". En su taller convivían, como se ve en numerosas fotografías, pinturas y esculturas de Picasso, Dalí, De Chirico, Miró, Matta, Giacometti, Lam, Moreau, Rousseau y Man Ray con objetos primitivos de Oceanía, América del Norte y México y otros objetos de arte popular.
Una maza de madera de las islas Marquesas junto a un cuadro de Henri Rousseau, una máscara punu de Gabón al lado de dos pinturas de Picasso. El montaje de la muestra, inferior en número de objetos y documentos que la presentada en París este verano, recoge el contraste de las culturas. "Breton nos ha enseñado el camino hacia un estallido de las categorías artísticas y su interés en establecer un diálogo con el arte primitivo como una fuerza viva. Breton hace explotar las costumbres visuales que tenemos y eso es una lección permanente", según las comisarías.
El montaje, que ayer fue visitado por Aube Elloet, hija de Breton y Jacqueline Lamba, está dividido en 25 espacios con un criterio cronológico. A sus años de aprendizaje siguen encuentros con De Chirico, Ernst, Picabia, Duchamp, Man Ray, a través de sus obras y textos, las relaciones entre surrealismo y pintura (Picabia, Miró, Picasso, Masson, Tanguy), los objetos de "funcionamiento simbólico" y sus estancias en Nueva York y México. Junto al catálogo, se ha editado una guía didáctica sobre los contenidos de la muestra.
Uno de los primeros visitantes ha sido Eugenio Granell, dé 77 años, que conoció a Breton en la República Dominicana en 1941 y tuvo varios encuentros posteriores en París. "Breton era la persona más extraordinaria que he conocido, muy afable e interesada por todo, cuya imagen ha sido desprestigiada por la Iglesia y el estalinismo. Decir que es el papa del surrealismo es una imbecilidad porque los surrealistas somos agnósticos. Esta exposición demuestra la enorme fuerza liberadora que representa el surrealismo y también su universalidad. Ha expresado como nadie los sentimientos de amor, poesía y libertad".
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