Aranjuez esconde bajo su suelo un yacimiento paleolítico

Un yacimiento correspondiente a los periodos paleolítico y neolítico ha sido localizado por un equipo de arqueólogos madrileños en el interior del casco urbano de Aranjuez, informaron a Efe dos de sus miembros.Este hallazgo, realizado por un grupo de trabajo a cuyo frente se encuentran las arqueólogas Gema Blasco y Ana Alonso, "tiene gran importancia por ser el primer yacimiento de este tipo que se encuentra en el interior del casco urbano de Aranjuez".

Según las arqueólogas, el yacimiento se halla en el límite oriental de la urbanización El Pino, concretarriente en una finca cuyo propietario había solicitado la correspondiente licencia de construcción para edificar un chalé.

De acuerdo con las normas dictadas por la Comunidad de Madrid para zonas de gran interés arqueológico -que exigen un peritaje de los terrenos por un equipo especializado antes de conceder una licencia de construcción-, Blasco y Alonso recibieron el encargo del propietario de comprobar si en su finca había algún yacimiento.

Las dos arqueólogas señalaron a Efe que el pasado mes de julio iniciaron los trabajos de excavación en el número 23 de la calle de Augusto Moreno, de Aranjuez, labor que ha dado como fruto el hallazgo de los restos.

Según las investigadoras, se aprecian en el yacimiento dos niveles: uno, paleolítico, consistente en una Industria lítica (de sílex) asociada a carbones in situ no arrastrados por las aguas, y otro, neolítico-calcolítico, en el que se adivinan tres hogares dispuestos en semicírculo, así como cerámicas y fauna que revelan que allí existió un poblado prehistórico aún sin datar.

El interés del descubrimiento radica en la escasez de vacimientos de este tipo en la región central de la Península, lo que permitirá, según Blasco y Alonso, "hacer estudios sobre la funcionalidad de estos hogares prehistóricos, que no habían podido efectuarse detenidamente, pues estaban semiparalizados desde hace años".

Tareas arqueológicas de épocas prehistóricas en el área central se han desarrollado, además de en el castillo de Barajas, próximo a la Alameda de Osuna, en la zona de Patones y en el cerro de las Esgarabitas, en Alcalá de Henares, así como en Mejorada del Campo.

Estas obras han recibido el impulso proporcionado por la Comunidad de Madrid a estas actividades, merced a la Ley de Patrimonio de 1985.