La conferencia sobre Yugoslavia se abre hoy
Los ministros de Asuntos Exteriores de la CE decidieron ayer en Bruselas llevar adelante la conferencia internacional para la paz en Yugoslavia, aunque el alto el fuego entre serbios y croatas no sea completo. "Sólo un accidente dramático" aconsejaría su desconvocatoria, manifestó el ministro holandés y presidente de turno de la Comunidad, Hans Van den Broek. Doce discursos cargados de buenas intenciones constituirán el acto inaugural de la conferencia, cuyo inicio está previsto para las diez de la mañana de hoy en el Palacio de la Paz de La Haya en medio de una fuerte expectativa en Yugoslavia
La decisión de celebrar la conferencia está tomada por la CE, pero el suspense se mantendrá hasta el último momento. "Ya veremos", respondió a última hora Van den Broek, confiado en que los choques armados en Yugoslavia continuarán remitiendo, para no empezar con sangre una negociación con pocas posibilidades de éxito.El ministro alemán, Hans Dietrich Genscher, aseguró que "un fracaso de la conferencia implicará un reconocimiento (por Alemania, al menos) de Croacia y Eslovenia".
La duración, el desarrollo y las posibles soluciones de la conferencia de paz para poner fin a la guerra civil en Yugoslavia están sometidas a la incertidumbre. Después de la primera jornada de hoy, de carácter esencialmente protocolario, la conferencia entrará en una conflictiva fase de negociaciones técnicas entre las partes, que deberán ponerse de acuerdo sobre el espinoso tema de la revisión de los límites territoriales entre Serbia y Croacia.
Una comisión de arbitraje, integrada por expertos, intentará zanjar los puntos conflictivos. Las negociaciones se desarrollarán bajo la presidencia de lord Carrington, ex ministro de Asuntos Exteriores británico y ex secretario general de la OTAN.
El mal menor
La CE optó por esta solución de emergencia como "el mal menor" y "la única alternativa", según coincidieron varios ministros. Las garantías recibidas al mediodía de las autoridades yugoslavas sobre la asistencia de todas las partes implicadas en el conflicto inclinaron a los Doce a confirmar la convocatoria y proporcionaron una nueva base para restablecer el consenso comunitario.La reunión extraordinaria había comenzado, al igual que todos los anteriores consejos de la CE suscitados por el conflicto yugoslavo, con sensibles diferencias entre los Doce. Un grupo mayoritario de países era partidario inicialmente de postergar la conferencia hasta que el alto el fuego no estuviera consolidado. Esta misma posición mantenía lord Carrington, designado para presidir este foro.
España, Francia y Grecia, junto a la presidencia holandesa, defendieron que la conferencia internacional es un factor positivo para lograr el objetivo prioritario: que no haya guerra. "Hay que aprovechar cualquier elemento, y, si la situación no lo hace escandaloso, es necesario hacer la conferencia", explicó el ministro español Francisco Fernández Ordóñez. Al Final, incluso con la duda hamletiana de por medio, todos estuvieron de acuerdo.
Alemania, el principal contrapunto de los Doce en este tema, decidió ayer guardarse el arma de presión del reconocimiento unilateral de la independencia de Eslovenla y Croacia. El ministro alemán no retira la amenaza, a pesar de que algunos de sus colegas comunitarios opinan que esa actitud de Alemania, en lugar de evitarla, ayuda a hacer la guerra imparable.
La posición alemana no sólo ante el conflicto yugoslavo, sino en toda la desintegración del antiguo orden del Este, responde, según Fernández Ordóñez, "a elementos históricos".
Las simpatías alemanas
El ministro llegó a insinuar que Alemania "se está cargando la Carta de París" para construir un nuevo marco de paz en el seno de la CSCE. "Son conocidas sus simpatías, pero no puede ignorar que Yugoslavia es un país firmante de la Carta", dijo.Francia, también preocupada por el efecto en su propia casa (Córcega) del estallido nacionalista en el Este, insiste en el envío de una fuerza de intermediación a Yugoslavia. La propuesta está sobre la mesa y deberá ser asumida por la propia conferencia, con el consentimiento de las partes enfrentadas en Yugoslavia. La articulación de esa fuerza de paz podría hacerse vía UEO o a través de los mecanismos de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE).
[Mientras tanto, Ramiz Alia, presidente de Albania, afirmó ayer que la minoría albanesa de Yugoslavia -más de tres millones-, que reside fundamentalmente en la provincia autónoma de Kosovo y en la república de Macedonia, debe participar en la conferencia de paz de la CE, según la agencia oficial de noticias albanesa ATA, informa France Press.]
[Por su parte el Papa ha invitado a los católicos a una jornada de oración con él mañana, para implorar la paz en Croacia y en las restantes repúblicas yugoslavas, informa Efe.]
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