El Báltico espera que se formalice hoy su independencia

PILAR BONET "No nos alegramos aún. Estamos esperando", manifestó ayer el ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Lennart Meri, que aguardaba para hoy la histórica decisión mediante la cual la URSS ha de reconocer la independencia de las tres repúblicas bálticas, anexionadas a la Unión Soviética en 1940.

Lennart Meri asistió, al igual que muchos políticos de Estonia, Letonia y Lituania, a las sesiones del Congreso de los Diputados de la URSS, un organismo del que muchos de ellos formaban parte de forma nominal después de que sus respectivas repúblicas se declararan independientes.

A la una de la tarde, cuando el Congreso había dado por finalizada su quinta y muy posiblemente última sesión, Meri informó que Gorbachov había prometido examinar ayer la cuestión y comunicar hoy su decisión. La promesa le había sido transmitida un cuarto de hora antes al jefe de la diplomacia estonia por Rafik Nishanov, presidente de una de las Cámaras del Sóviet Supremo de la URSS (el Parlamento soviético).

"Gorbachov no estaba de acuerdo en incluir el reconocimiento de la independencia de Estonia, Letonia y Lituania en el orden del día del Congreso, pero tenemos la promesa de que el tema se examinará hoy y mañana habrá decisión". Esta decisión se formalizará, según las previsiones de los políticos bálticos, en un decreto del presidente. Los políticos bálticos, sin embargo, no sabían exactamente la forma que adoptará este decreto, y, según afirmaban algunos, existen varias opciones posibles.

Según Meri, dado que los Parlamentos; de las repúblicas bálticas han anulado la decisión de integrarse en la URSS tomada en 1940, no hay base hoy para que la URSS deba apoyarse en una decisión constitucional a la hora de reconocer la independencia. Basta, según Meri, con restablecer las relaciones diplomáticas con ellas.

La transferencia del KGB

Durante los tres días y medio que han durado las sesiones en el Congreso de los Diputados, los políticos bálticos han realizado una intensa labor en Moscú. El primer ministro de Estonia, Egdar Savisaar, acordó ya con el presidente del KGB, Vadim Bakatin, la transferencia a Estonia del KGB de la república.

Meri se mostraba ayer en contra de la participación de Estonia en un "espacio económico común" soviético, porque de entrada, decía, "esto sería un freno para nuestro desarrollo, ya que deberíamos integrarnos en un sistema aduanero y financiero común". El ministro de Exteriores de Estonia aseguraba que su república está interesada en las buenas relaciones comerciales con muchos países y repúblicas, entre ellas, Rusia y Kazajstán, con cuyo líder, Nursultán Nazarbaiev, mantuvieron conversaciones el miércoles en Moscú.

El reconocimiento de la independencia de Estonia por parte de Moscú irá acompañado de conversaciones entre Tallin y el Kremlin para regular el proceso.