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LA REVOLUCIÓN DE AGOSTO

Gorbachov: "Sería inmoral dimitir ahora"

Pilar Bonet

El presidente soviético, Mijail Gorbachov, aseguró ayer que no tiene intención de dimitir -"Sería inmoral que lo hiciera ahora"- y se mostró dispuesto a aceptar la independencia de las repúblicas bálticas en una entrevista televisiva concedida en directo desde el Kremlin, precisamente en la víspera de la sesión extraordinaria que hoy inicia el Congreso de los Diputados de la URSS, el superparlamento de 2.250 miembros. El líder soviético será hoy el portavoz de la posición conjunta de 11 repúblicas, cuyos dirigentes se reunieron ayer para elaborar un enfoque común ante el futuro de la URSS.

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Tras los procesos históricos que la revolución de agosto ha catalizado, el Congreso, un organismo que respondía a las necesidades de otra época, puede optar por hacerse el haraquiri político de una forma más o menos organizada, y asegurar así un puente entre los diversos; Estados que emergen en el territorio de la URSS, o resistirse inútilmente a los cambios y poner así trabas a lo inevitable, según la impresión generalizada entre observadores políticos en la capital soviética."No dimitiré ahora. Szría inmoral hacerlo en este período tan complicado", manifestó Gorbachov en una entrevista conjunta realizada. por la cadena norteamericana CNN y el nuevo director de la Radiotelevisión Soviética, el periodista Yegor YakóvIev. -Corao persona y como ciudadano, no me permitiré la dirnisión", iseñaló Gorbachov, cuyo prestigio y autoridad han salido muy socavados de las peripecias vividas en su residencia veraniega de Forós durante los tres días críticos del golpe.

La situación política en la URSS y las medidas impostergables para superar las consecuencias del golpe de Estado son el primer punto del orden del día del Congreso, que se reunió por última vez en diciembre de 1990. Gorbachov, que debe realizar un informe sobre este punto, dijo ayer que la respensabilidad por la intentona golpista debe recaer en los conjurados, y sólo deben ser castigados "los organizadores directos".

Las represalias, señaló el líder, no deben extenderse a la gente, al Ejército en su conjunto, a otras organizaciones o a los comunistas de base que no apoyaron a los golpistas. Los demócratas que lograron la victoria sobre los golpistas deben comprender esto, afirmó Gorbachov, saliendo así al paso a los intentos de revancha que tratan de poner en el banquillo de los acusados a todas las instituciones que constituyeron la columna vertebral del sistema soviético, El mismo presidente de la URSS tendrá que dar cuenta muy probablementede su actuación ante un Congreso que, pese a aprobarle casi todo lo que propuso en el pasado, se reveló muy a menudo como un foro hostil.

Cambio de enfoque

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El Congreso, que se opuso siempre a los intentos independentistas de las repúblicas bálticas, debe determinar su actitud ante las declaraciones de independencia de Estonia, Letonia y Lituania. A este respecto, Gorbachov ha cambiado ya de enfoque, y ayer manifestó: "Si ésta es la última voluntad e intención de los pueblos de estas repúblicas, debemos consentir en ello".

Sin embargo, los sectores prosoviéticos que se resisten a aceptar los hechos consumados podrían dar aún una batalla legalista. Estos sectores podrían hacer un último intento para encauzar el proceso independentista en el marco de la Ley de Salida de laURSS, un documento aprobado en 1990 que contempla un largo y complicado proceso de independencia. Todas las repúblicas que han formado la URSS están de acuerdo en firmar un acuerdo que conserve el espacio económico común.

Gorbachov, por su parte, se pronunció ayer por la conservación de la Unión, formada a base de relaciones de distinto tipo entre las repúblicas integrantes. "Nuestra Unión debe mantenerse. Todas las repúblicas están dispuestas a participar en un acuerdo económico, y podrán establecer entre ellas relaciones federales, confederales - o asociativas", dijo en la citada entrevista.

El Congreso, que se reunió por primera vez en mayo-junio de 1989, es una institución semidemocrática cuyos diputados están divididos en tres tercios, de 750 escaños cada uno. El primer tercio son los diputados elegidos por circunscripciones nacionales, donde se engloban 480 congresistas de las 15 repúblicas soviéticas, 220 diputados de las antiguas repúblicas autónomas, 40 de las regiones autónomas y 10 de los distritos autónomos. El segundo tercio son diputados de circunscripciones territoriales, cada una de las cuales estaba formada por 257.300 electores. El último tercio son los diputados de las organizaciones sociales, donde el PCUS tenía un cupo de 100 diputados y otro tanto los sindicatos y las organizaciones cooperativas.

El Movimiento de las Reformas Democráticas (MRD), organismo opositor liderado por el ex ministro de Exteriores Eduard Shevardnadze, instó ayer al Congreso a organizar una estructura estatal de transición, mediante órganos interrepublicanos que regulen los contenciosos territoriales y de propiedad entre las repúblicas y acuerden una política financiera y monetaria.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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