EE UU mantendrá otros 10 años la base de Subie, en Filipinas
Los Gobiernos de Filipinas y Estados Unidos firmaron el martes un nuevo acuerdo de defensa y cooperación que permitirá el mantenimiento de una importante base militar norteamericana en el país asiático durante los próximos 10 años.El nuevo pacto bilateral entre Manila y Washington establece la permanencia de la basa naval de Subic Bay, al norte de Manila, que asumirá las. funciones de reconocimiento aéreo que hasta ahora desempeñaba la cercana base aérea de Clark, que será transferida al Gobierno filipino antes de septiembre de 1992.
Además, pequeñas instalaciones norteamericanas de apoyo logístico ubicadas en varios puntos de la isla de Luzón serán transferidas a Filipinas el próximo 16 de septiembre.
El nuevo compromiso debe ser ratificado por el Senado filipino, donde existe una fuerte oposición a esas instalaciones militares, mientras que no se requiere ninguna aprobación por parte del Congreso estadounidense. La Constitución filipina no permite bases militares extranjeras en el archipiélago una vez que finalice el actual tratado con EE UU, excepto en virtud de un acuerdo aprobado por la Cámara alta.
Este pacto se produce tras año y medio de duras negociaciones para la renovación del anterior tratado, que datá de 1947, cuya vigencia expira el próximo 16 de septiembre. Los norteamericanos contaban con 12 meses para desmantelar sus instalaciones en caso de no llegarse a un nuevo pacto.
El volcán Pinatubo
A partir del año fiscal de 1993, Estados Unidos pagará a Manila al menos 203 millones de dólares anuales en relación con la permanencla en este país de la base naval de la bahía de Subic, a unos 90 kilómetros al norte de Manila.Manlla deseaba un pacto para los próximos siete años, que finalizase con ocasión del primer centenario de la independencioa del país, en 1998, y una compensación económica de 825 millones de dólares por las citadas instalaciones militares.
Sin embargo, dichas bases estadounidenses, especialmente la aérea de Clark, resultaron seriamente dañadas a consecuencia de las explosiones del volcán monte Pinatubo, que entró en erupción el pasado día 9 de junio, después de 600 años de inactividad. Esa catástrofe, que ha causado hasta ahora 565 muertos, forzó a Washington a repatriar a unos 20.000 militares y dependientes de esas instalaciones en el archipiélago filipino.
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