"S" de Sevilla
Como andaluz de Sevilla, circunstancia de la que no presumo, pero de la que tampoco me avergüenzo, me habría gustado que don Elio Antonio de Nebrija hubiera completado la primera gramática de la lengua castellana con un apéndice de fonética. Es posible que, si lo hubiera hecho, hoy no presumirían algunos nórdicos iberos de hablar el español mejor que los demás. Una cosa es segura: el maestro no habría dicho que los lebrijanos y el resto de los andaluces desconocen la existencia del fonerna ese, como afirma nuestro augusto poeta, mitad asturiano-mitad inglés, don Ángel González. Habría que recordar que la disposición de los órganos bucales al pronunciar dicho fonema, cualquiera que sea el lugar que ocupe en el morfema, es la misma cuando quien habla es castellano que cuando es andaluz. Eso de que los andaluces nos comemos las consonantes que podemos digerir estaría bien si no fuera porque quien lo dice no debería caer en un tópico tan falso como manido.Pero no paran aquí los desaguisados de don Ángel, que parece haber escrito su semblanza de Andalucía bajo los efectos de la añoranza de Susana, seguramente joven y bella, porque ¡mira que decir que el famoso tajo de Ronda lo abrió el río Guadalquivir! Parece que los árabes llamaron así a este río bético por su relativa grandeza, en un país acostumbrado a aprendices de río, pero vamos, tan grande como para formar el tajo de Ronda no es, ni creo que lo haya sido nunca. ¡Qué lástima, hombre! ¡Con lo bien que nos lo esiábamos pasando con el humor medio inglés de este profesor de Norteamérica, nacido en Asturias, y sus comentarios, tan acertados, sobre el insoportabe gracejo de algunos sevillanos y las chuletas diz que de lechal con las que te pueden agredir en la venta andaluza más pintada! ¿Confundirá el Guadiaro con el Guadalquivir?.-
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