Yves Saint Laurent rinde homenaje a la mujer pintada por Botticelli

"Vosotros lo sabéis, lo más simple es siempre lo más duro" susurró Yves Saint Laurent tras la gran arcada de rosas encendidas que conmemoró ayer su desfile número 120, en el marco de la Semana de la Alta Costura de París. Como una elegía a la gracia femenina, a las distancias cortas de una moda condenada a ilustrar los tiempos que corren, Saint Laurent ahondó en la simplicidad bajo una paleta de colores renacentistas y ensalzó a la mujer de todos los tiempos ante un público que se rindió con orgullo al retorno vital del gran mito.

París azul gris, el color favorito de Yves Saint Laurent, resultó ayer una profecía para dar cobijo al esperado resurgimiento del maestro. Tras dos años de reclusión dolorosa, dos de presiones consecutivas y una larga enfermedad que ha levantado todo tipo de rumores y sentencias, Saint Laurent quiso manifestar sus "ganas de vivir" con la comunión renacentista entre arte y artesanado. "C'est Botticelli", manifestó Saint Laurent al finalizar su desfile, en el que presentó 148 modelos diferentes -casi el doble que el resto de creadores- De esta forma definía su habitual tendencia a inspirarse en el arte, que lo ha llevado en esta ocasión hacia las actitudes renacentistas.Con 56 años y a punto de cumplir su 301 aniversario como couturier -el 29 de enero de 1962 presentaba su primera y célebre colección de la línea trapecio-, este modista nacido en Orán (Argelia) y que a los 21 años reemplazaba a Christian Dior, asegura sentir emoción, amor y vértigo en su intensa comunión con la belleza de la mujer. Después de sus referencias a Mondrian, Warhol, Hockney, Goya, Velázquez o Van Gogh, el creador insiste en la pureza estética para este final de siglo que, según su lectura, debe despojarse del ornamento efímero o de la indiscreción.

La ruptura invisible resume su concepto de la elegancia. El refinamiento del corte, de los tejidos, de los botones o la rectificación de la línea ocupan la atención de los trajes y chaquetas que presentó en su desfile.

"No hace falta que una mujer tenga dinero para vestir y estar bella. Es suficiente con un jersey negro, una falda negra y un hombre al lado que la ame. El negro es esencial", afirma Yves Saint Laurent. Las blondas, el guipur, los corsés y los aros en el pecho, siempre en negro, constituyen la base de la nueva propuesta que ofrece Saint Laurent para el próximo invierno, y que consigue refinar la alta lencería y metamorfosearla en la máxima esencia de la alta costura.