Este año sólo se van a crear 100.000 empleos, menos de la mitad de los previstos por Economía

El ministro de Economía, Carlos Solchaga, desveló ayer "el escenario que tenía en mente" en la mesa de concertación. Él pretendía pactar con sindicatos y patronal para 1992 unos aumentos salariales del 5,8%, con una inflación prevista del 4,8%; es decir, sin agotar la productividad (el 1,5%). Solchaga culpa precisamente a las subidas de sueldos superiores a la productividad la marcha "preocupante" del empleo en este año. En 1991 solamente se van a crear 100.000 empleos, menos de la mitad de los 239.000 previstos.

El crecimiento real de salarios que iba a ofrecer el Gobierno a los sindicatos y la confederación empresarial CEOE en las fallidas negociaciones del plan de competitividad era del 1% y no el 2% anunciado por Solchaga ante el Parlamento. Esa subida real del 1% perseguía no agotar el incremento de productividad -el 1,5%- y destinar el 0,5% restante a aumentar el excedente empresarial y a posibles reinversiones.Para los cuatro próximos años proponía aumentos de salarios del 5,8%, 4,8%, 4% y 4%, con una inflación del 4,8%, 3,8%, 3% y 3%, respectivamente. Con esas subidas, y según las previsiones de Economía, el empleo crecería un 2,3% de media cada año y la tasa de paro se reduciría del 15,5% al 12,2%, de forma que se crearían 1,215 millones de puestos de trabajo y el desempleo se situaría en 1995 en 1,922 millones de parados, lo que supone una reducción de 550.000 personas.

Solchaga prevé que, si esas cifras no se consiguen y los sueldos crecen por encima de la productividad, habrá 530.000 parados más en el año 1995.

Pese a la ruptura de las negociaciones, el ministro sigue pensando que se debe conectar el aumento del empleo con el salario real y éste con la productividad. Solchaga asegura que, si se fuerza a los empresarios a pactar incrementos superiores, lo harán manteniendo los niveles de producción a costa de reducir plantillas.

Tres escenarios

Además del escenario que Economía iba a proponer a los interlocutores sociales, se han elaborado otros dos cuadros más. En uno de ellos se parte de aumentos salariales que agotan la productividad, es decir superiores en un 1,5% a la previsión de inflación, lo que da unos aumentos salariales del 6,4% para 1992 y del 5,4%, 4,5% y 4,5% en los tres años siguientes. De esa manera se crearían 1,063 millones de puestos de trabajo hasta 1995 y el paro se reduciría en 400.000 personas.

El tercer escenario que Solchaga considera el más probable que se cumpla, es también el más pesimista. En él, los salarios crecen por encima de la productividad y la remuneración por asalariado es del 6,8% en 1992 y el 5,8%, 5% y 5% en los tres ejercicios siguientes. En ese caso la tasa media del Producto Interior Bruto sería del 3%, frente al 3,8% de la primera hipótesis y el 3,5% de la segunda. El empleo aumentaría el 1,3% anual y el paro no se reduciría nada.