El Gobierno estudia hoy un recorte del gasto superior a los 400.000 millones de pesetas

El Gobierno espera concretar hoy el reparto entre los diferentes ministerios del recorte presupuestario decidido la pasada semana y cuya propuesta inicial ronda los 440.000 millones de pesetas. Esta cifra se reparte entre 380.000 millones para el presupuesto de este año, más otros 60.000 millones de pesetas de remanentes del presupuesto de 1990. Los ministerios más inversores -Obras Públicas y Defensa-, junto con el de Educación, son los que, en cifras globales, sufren más el reajuste. La propuesta de Economía podría ser retocada para atemperar el malestar de los departamentos más tocados, cuyas cúpulas han celebrado esta semana intensas reuniones para limitar el impacto del reajuste.

El ritmo de ejecución del Presupuesto del Estado hasta el mes de mayo no permite que, al final del ejercicio, el gasto se quede en los 13,79 billones de pesetas previstos. Por ello, el Goblerno ha decidido curarse en salud y aplicar la terapia antes de que sea tarde. Incluso, un poco antes de lo que ha sido habitual en las dos ocasiones anteriores en que se ha reajustado el presupuesto en los últimos meses del año.El motivo es que el rumor sobre que se iba a producir un reajuste presupuestario estaba ya un par de semanas antes en los departamentos y, desde el Ministerio de Hacienda, se había detectado un acelerón en los compromisos de gasto.

Ello ha precipitado la decisión del Gobierno cuya propuesta de Economía es superior a la de los dos años anteriores en que se produjo un recorte del gasto de algo más de 100.000 millones de pesetas. En esta ocasión, el reajuste ronda los 380.000 millones de pesetas que se declaran "no disponibles", más otros 60.000 millones de pesetas que se consideran "no incorporables" y que corresponden a remanentes del presupuesto de 1990.

Existe una cautela legal para que el gasto total no rebase los 13,79 billones de pesetas y es que el artículo 10 de la Ley de Presupuestos del Estado establece este límite, salvo para los créditos extraordinarios. Existe, además, una razón matemática y es que los ingresos deben crecer a un ritmo superior al presupuestado para que la cifra de déficit no llegue incluso a duplicar los 500.000 millones de pesetas previstos.

Rigidez

En cifras globales, el recorte se acerca al 3,2% del presupuesto total -financiero y no financiero-, pero incide más en los ministerios más inversores, junto con el de Educación. El Consejo de Miñistros, en su reunión de hoy, podría, sin embargo, retocar el reparto propuesto por Solchaga, que ha levantado ampollas en los departamentos más afectados.

De aprobarse la propuesta inicial, el ministerio que dirige José Borrell dispondrá de 127.500 millones de pesetas menos, lo que supone el 9,18% de su presupuesto. Por su parte, Julián García Vargas, actual ministro de Defensa, tendrá 108.000 millones de pesetas menos, es decir, un 12,5% de su crédito inicial. El titular de Educación, Javier Solana, deberá hacerse a la idea de que su departamento podría contar con 62.000 millones de pesetas menos (un 5,6%).

La r1gIdez del presupuesto del Estado es tal, que prácticamente sólo se puede recortar de los proyectos más ambiciosos e innovadores. Solamente las operaciones corrientes (gastos de personal, compra de bienes y servic los, intereses de la deuda y transferencias corrientes, donde se incluyen las aportaciones a las comunidades y los ayuntamientos y a las empresas públicas) suponen el 75% del presupuesto total del Estado y son gastos prácticamente inmodificables.

Por su parte, las inversiones reales, tanto civiles como de defensa, junto con las transferenclas de capital (el Fondo de Compensación Interterritorial, sobre todo) suponen el 16,2% del presupuesto. Esta partida es la más vulnerable al recorte al incluir los nuevos planes de infraestructuras, que serán los más afectados.

[El presidente del Gobierno, Felipe González, señaló ayer en El Escorial que cuando "un país no tiene recursos para llegar a un pacto o consenso social" y rebajar así los precios, "se tiene que utilizar la política monetaria o la fiscal para contener la inflación", informa Efe. Respecto a las negociaciones para el pacto social, expresó su esperanza en que la racionalidad se vaya imponiendo, y añadió que "hay que dar tiempo al tiempo"].