El croata Mesic, nuevo presidente de Yugoslavia
H. TERTSCH ENVIADO ESPECIAL, Stipe Mesic, el representante croata en la presidencia colectiva yugoslava a quien el boicoteo serbio impidió asumir su turno en el mando de la misma, fue elegido anoche presidente, poniendo fin a un bloqueo que duraba desde el 16 de mayo. La elección de Mesic era una de las condiciones que la CE había puesto para solucionar la crisis del país balcánico. Mientras, el alto mando del Ejército federal yugoslavo esperaba conocer esta madrugada de boca del primer ministro, Ante Markovic, los términos del acuerdo alcanzado por éste en Eslovenia antes de comenzar su retirada de dicha república secesionista.
El desbloqueo en la elección de Mesic como presidente por 12 meses era uno de los objetivos de la misión de la troika comunitaria (formada por los ministros de Exteriores de Luxemburgo, Holanda e Italia), que ayer regresó a Belgrado y formaba parte de la propuesta que ésta había hecho el pasado viernes. Dicha propuesta, aceptada ayer por Eslovenia, incluía la elección del representante croata a cambio de que aquella república suspendiese por tres meses su declaración de independencia."Hemos evitado la libanización de Yugoslava", dijo el primer ministro yugoslavo, Ante Markovic, tras lograr un principio de acuerdo con los autoridades eslovenas para la retirada de tropas.
Markovic regresó a Belgrado directamente de la capital de Eslovenla para informar a la cúpula del Ejército federal y a otros responsables de su Gobierno de los términos del acuerdo para la paci icación que había alcanzado horas antes en Liubliana. La reunión estaba prevista para las tres o las cuatro de la madrugada de hoy, hora peninsular española.
Los temores a una nueva escalada de enfrentamientos no llegaron a materializarse ayer, primera jornada desde el jueves en que no se produjeron combates, al menos hasta última hora de la tarde.
Los preparativos para una guerra generalizada continuaban anoche, sin embargo, y la gran incógnita reside en el grado de control que aún ejerce Ante Markovic sobre el Ejército federal.
La Comunidad Europea, las repúblicas yugoslavas, el Gobierno federal y la Conferencia para la Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) desplegaron ayer nuevamente una frenética actividad para buscar una mínima base de diálogo y evitar la guerra entre los pueblos yugoslavos.
El mando militar anunció ayer una movilización parcial en Serbia y Montenegro, las dos únicas repúblicas yugoslavas cuyos reclutas aún tienen la conFianza del Estado Mayor. Stipe Mesic, horas antes de ser elegido presidente, emitió una orden en calidad de jefe del Estado y comandante supremo militar en la que dicta al Ejército que regrese de inmediato a los cuarteles y anula la movilización anunciada por el Estado Mayor. Su orden no parecía en principio tener Posibilidad alguna de ser obedecida.
Protección civil croata
Croacia decretó ayer la creación de un órgano de protección civil y advirtió que no tolerará más que su territorio sea base para una agresión a la república vecina del Norte.
Reiteró también que ordenará a sus Fuerzas Armadas atacar al Ejército federal si éste no se retira de inmediato a sus cuarteles. En Croacia han comenzado a presentarse voluntarios para luchar junto con los eslovenos en contra del Ejército federal.
El Ejército federal continuó ayer su despliegue por Croacia y por primera vez se pudieron ver ayer en la región de Eslavonia piezas de artillería pesada. En intensos y numerosos tiroteos en toda la región de Eslavonia durante la noche anterior se registraron varios heridos, entre ellos policías croatas.
Croacia reiteró ayer que los pasos ya dados por su Parlamento no son revocables y que sólo negociará una posible pausa en su aplicación, similar a la que por la noche aceptó Eslovenia por un plazo de tres meses, a cambio del nombramiento de Mesic y la retirada del Ejército federal a sus cuarteles. Croacia anunció además la suspensión de todo pago a las arcas federales, así como el fin del reclutamiento de croatas para el Ejército federal, dos medidas que afectan gravemente al Gobierno de Belgrado y el mando militar.
Serbia se negará rotundamente a que el Ejército se vea obligado a volver a sus cuarteles, ya que esta medida afectaría también a las fuerzas militares desplegadas en las regiones de Croacia con población mixta. Belgrado asegura que estas fuerzas protegen a los serbios de los "intentos genocidas" de la policía croata, mientras Zagreb denuncia la protección que, según dice, otorga el Ejército a las bandas radicales serbias.
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