Retirada del único magistrado negro del Supremo de EE UU
El Ejército yugoslavo trata de aplastar la secesión de Eslovenia y Croacia; el Pentágono revisa sus planes militares por si Sadam Husein no acata la orden de destruir la producción nuclear iraquí; los colmillos se afilan en Washington ante la posible caída del jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Sununu. Sin embargo, toda la atención del país se centra en la dimisión de un magistrado del Tribunal Supremo norteamericano, de 82 años, Thurgood Marshall, primer, y hasta ahora único, miembro de color del alto tribunal, cuya inesperada retirada ha creado al presidente George Bush un problema político.
En una escueta carta de dos párrafos enviada a Bush el viernes por la noche, Marshall trató de justificar su retirada por motivos de salud. Sin embargo, el consenso en todos los medios informativos del país era que la razón real había que buscarla en lo que el New York Times calificó como "síntoma de su frustración" por el creciente conservadurismo mostrado en los últimos años por el Tribunal Supremo, fruto de los nombramientos realizados durante la época de Ronald Reagan y la actual presidencia de Bush.En una conferencia de prensa celebrada ayer, Marshall trató de situarse, en la mejor tradición de los magistrados del Supremo, por encima de cualquier consideración política partidista y negó que su salida del alto tribunal fuera "una dimisión". "Me he retirado. No he dimitido", matizó ante el acoso de los informadores".
Marshall, nombrado para el cargo por el presidente Lyndon B. Johnson en 1967, está estrechamente ligado a la lucha por la conquista de los derechos civiles de los negros norteamericanos, a la que estuvo dedicado durante 23 años como jefe del equipo legal de la Asociación Nacional para el Progreso de los Pueblos de Color (NAACP).
Biznieto de esclavos, Mr. Justice Marshall -tratamiento con el que se designa a los magistrados del Supremo norteamericano- tuvo una destacadísima actuación en su etapa de abogado de la NAACP. De los 32 casos de derechos civiles que defendió ante el Tribunal Supremo ganó 29. El más famoso se produjo en 1954, cuando el alto tribunal decidió por unanimidad que la doctrina de "iguales pero separados", que se aplicaba en las escuelas, era anticonstitucional. La sentencia marcó un hito.
La derechización del Tribunal Supremo norteamericano, que actúa más como corte constitucional que como última instancia de apelación, comenzó a últimos de la década de los sesenta, durante la presidencia de Richard Nixon. La excepción era Thurgood Marshall.
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