La unión política europea, relegada
I. C. / F. M.La crisis yugoslava arrebató el protagonismo a la unión política europea. El debate de esta reforma básica para el futuro de la CE se vio desplazado a la sesión de la tarde, y las posiciones no fueron en absoluto coincidentes. El único compromiso claro que saldrá mañana de la cumbre será el de tener finalizado el texto de Tratado de la Unión en diciembre en la cumbre que cerrará la presidencia holandesa de la CE durante el próximo semestre.
El primer ministro británico, John Major, se alineó con François Mitterrand a la hora de defender un texto en el que se garanticen ciertas directrices generales y que el borrador elaborado por la presidencia luxemburguesa sirva como "base para los trabajos futuros". Para España, según fuentes diplomáticas, "una declaración que no garantice nuestras prioridades no es aceptable". El problema principal radica en asegurar que "la política de cohesión económica y social de los países más ricos con los más pobres no se quede en vagas promesas".
El presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, hizo un balance ante los Doce de la marcha hacia el mercado único de 1993. Los dos puntos débiles son la ausencia de dimensión social y la escasa competitividad de las empresas europeas. La CE se plantea la reconversión de los sectores del automóvil, la electrónica y el textil. La cooperación judicial y policial es básica, según Delors, para una política eficaz de inmigración a escala europea. En la reunión hubo referencias al convenio sobre fronteras que España bloquea a causa del contencioso de Gibraltar. El canciller alemán, Helmut Kohl, volvió a insistir en su propuesta de crear una especie de FBI europeo.
