Los conservadores se conjuran contra Gorbachov

Moscú Los conservadores soviéticos se han movilizado en todos los frentes (órganos de Gobierno, Parlamento y partido comunista) contra el giro aperturista prooccidental de Mijaíl Gorbachov y los dos documentos (plan económico radical de transición al mercado y Tratado de la Unión) que pueden liquidar definitivamente el viejo sistema comunista.

Estos sectores, espoleados por la clara victoria de Borís Yeltsin en las elecciones a la presidencia de la Federación Rusa, se aprestan a dar batalla mañana en el Sóviet Supremo de la URSS, cuando este órgano deberá votar la disposición que entregaría al jefe del Gabinete, Valentín Pávlov, parte de las competencias que le fueron concedidas al presidente Gorbachov en septiembre y en diciembre de 1990.

La disposición, con durísimas críticas a Gorbachov y los dirigentes de las repúblicas soviéticas, prevé que el jefe del Gabinete pueda adoptar medidas de cumplimiento obligatorio en temas vinculados con la situación económica sin control parlamentario. En la práctica, esto supondría apoderarse de la facultad de promulgar decretos, que actualmente tiene Gorbachov.

Pávlov, que ha desdeñado el plan de reforma radical elaborado por el economista Grigori YavIinski en la Universidad norteamericana de Harvard, ha pedido que le devuelvan el control del Banco Estatal de la URSS, que desde diciembre está bajo el control del Parlamento, y desde enero, también bajo el control del Consejo de la Federación, un órgano formado por los dirigentes de las repúblicas soviéticas.

La disposición tendría que haberse votado en el Sóviet Supremo el lunes por la tarde, pero Anatoli Lukianov, presidente del Parlamento, consiguió posponer la votación hasta el viernes. Go'rbachov se reunió con el vicepresidente Yanalev y Lukíanov para discutir la petición de Pávlov.

Actuación policial

En una reunión con dirigentes de los ministerios del Interior de las repúblicas, el ministro del Interior Borís Pugo dijo que las tropas de intervención especial (OMON) de su departamento actúan en defensa de los intereses de la URSS. El OMON está siendo investigado a causa de sus violentas acciones contra puestos fronterizos bálticos.

La firma del Tratado de la Unión pone en marcha la nueva Constitución y la ley electoral, que suponen la autoliquidación del sistema parlamentario, formado por un gigantesco Congreso de los Diputados Populares de la URSS y la Cámara de carácter permanente conocida por el Sóviet Supremo de la URSS.