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Rico y Seineldín, odios y amores entre 'carapintadas'

El ex militar reitera sus elogios al coronel procesado en Argentina

El ex teniente coronel Aldo Rico, cabecilla de dos rebeliones de militares carapintadas, ratificó, en una entrevista radiofónica, su testimonio del lunes ante la Justicia, cuando calificó al procesado coronel Mohamed Alí Seineldín como "sobresaliente camarada y uno de los mejores soldados que tiene el Ejército argentino". Rico declaró que su conversación telefónica del pasado 7 de diciembre, en la que dijo que Seineldín era "un hijo de puta y ojalá lo fusilen", fue producto de un arrebato momentáneo en un ámbito privado.

El temperamental Rico compareció el lunes como testigo en la causa, que se sigue contra Seineldín y otros cabecillas carapintadas por la rebelión del pasado 3 de diciembre, que costó la vida por primera vez a algunos militares. La táctica de Rico ante el tribunal parecía clara: evitar una crítica de sus camaradas de armas e ideología y, al mismo tiempo, marcar distancias con ellos, para no dañar su actual carrera política, ya que es aspirante a gobernador de Buenos Aires en las elecciones del próximo setiembre u octubre (ni siquiera la fecha se sabe con certeza).Acosado por el fiscal Luis Moreno, quien parecía empeñado en sacar a relucir las diferencias entre Rico y los acusados, el ex teniente coronel lanzó, en tono subido, el elogio a Seineldín que desencadenó una oleada de vivas y ovaciones y el posterior desalojo de la sala. La defensora de Seineldín, Amalia Vanasco, cuando la causa se reanudó a puerta cerrada, disculpó a los alborotadores excluidos del proceso y dijo que lo ocurrido respondió "a la emotividad producida por la reconciliación casi histórica de dos personas".

La declaración de Rico ante el tribunal contradice lo que dijo el pasado 7 de diciembre en una conversación telefónica pinchada y difundida en los medios de comunicación. Rico dijo en aquella ocasión, cuatro días después de la abortada rebelión de Seineldín: "¿Qué vamos a hacer ahora, vamos a decir que Seineldín es el mejor soldado argentino y que fue un error del sargento Zeta?. Es un hijo de puta y ojalá lo fusilen, porque, si no lo fusilan, lo voy a matar yo en algún momento". Y, sobre la actuación de Seineldín en la guerra de Malvinas, Rico añadió: "Nunca mató a nadie y nunca combatió. Ésa es la realidad. Es todo verso y desgraciadamente el verso lo hicimos nosotros. Armamos el monstruo Seineldín y ahí está".

Confrontado con esta declaración en Radio América por el periodista Daniel Hadad, Rico se embarulló en las respuestas, y dijo: "No cambié de opinión; sí cambié de opinión, pero ¿y qué tiene que ver una cosa con la otra?". Añadió Rico: "El fiscal quería que dijera exactamente lo contrario. No le voy a dar el gusto al fiscal. El señor fiscal cree que está tratando con miserables. Hay ciertas cosas que uno no traiciona nunca y es el afecto por los camaradas. Como no traiciona el amor a la patria, que lo están traicionando permanentemente. Además ustedes confunden, permanentemente y con mala intención, y comparan lo que se dice en un momento de exaltación y en la privacidad, o en la supuesta privacidad de una conversación telefónica, con lo que se dice consciente y racionalmente".

"Diferente rango"

En conversación con este diario, la esposa de Seineldín, Marta Labó, declaró, a la puerta de la sala del tribunal de donde había sido desalojada después del incidente del lunes, que entre Aldo Rico y su marido no hay diferenclas: "Son oficiales con diferente rango. El [Rico] está en la política y mi esposo es militar". Restó importancia a la conversación telefónica en la que el ex militar atacó a su marido, y manifestó que pinchar un teléfono "es un delito grave; o al menos lo era, cuando había justicia en este país".

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